Consulta popular ineficaz

Antonio C. Maldonado V.

Desde el retorno al denominado período democrático se han sucedido 10 plebiscitos al que han invitado concurrir a los ecuatorianos a las urnas; si se lleva a efecto el convocado por el actual Presidente sería el número 11, cuyo objetivo principal es para resolver los nudos gordianos por los que atraviesa el Gobierno y afecta al pueblo que seguramente no serán resueltos como en las anteriores; pues, la gente sigue pidiendo lo mismo de siempre que se ha vuelto eterno: salud, educación, empleo y seguridad.

Una consulta popular o plebiscito en este momento será muy complicado por múltiples razones, peor aún si se van agregar 2 nuevas preguntas que también deben ser autorizadas por la Corte Constitucional ya que somos un país plurinacional y cultural, debido a lo cual el movimiento indígena se opone al plebiscito y así lo han manifestado públicamente sus dirigentes, no se conoce al momento cuáles son las organizaciones indígenas y amazónicas en sus ideologías para que sean auditadas periódicamente en su militancia con un número mínimo de afiliados por el CNE.

En igual condición se encuentran las llamadas agrupaciones políticas huérfanas de ideología y presentes solo en los procesos electorales en su mayoría como acontece en la actualidad; en lo relacionado a los partidos políticos que también deben cumplir con esa exigencia es más fácil detectar sus ideologías y organización partidista, aunque la presencia de la mayoría es circunstancial, por ejemplo, el partido Social Cristiano es de orden internacional y tiene que cumplir los objetivos que se propone en las diversas áreas de la administración; igual cosa sucede con el fascismo de Mussolini en Italia que creo el Partido Nacional Fascista, adoptado posteriormente en nuestro país por la llamada primero Democracia Cristiana y posteriormente Democracia Popular, en cuanto a los partidos Socialista y el Comunista de corte internacional se rigen por la ideología y procedimiento de Marx, Engels, Lenin y otros más; en lo referente a la llamada Revolución Ciudadana que actualmente se denomina Unión por la Esperanza –UNES- se fundamenta en el Socialismo del Siglo XXI que varios países de Sudamérica como Venezuela, Argentina, Bolivia y Cuba, concepto originalmente formulado en 1996 por el sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan, difundido por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que rige la militancia de UNES.