Que sea por ti y por mí

Por: Sandra Beatriz Ludeña

Este año 2023 es un año de retos, si así se entiende no habrá duda de que se haga lo que se haga, debe haber disfrute en el proceso.   Por esto, hay que dedicarse a una actividad que siempre nos ha gustado, y disponerse a realizarla con la mirada puesta en que cada paso es un triunfo sobre nuestra propia desidia.

Por lo que acabo de explicar, cualquier meta propuesta tiene que ser por uno mismo, por demostrarnos que somos capaces, que somos suficientes y estamos en condiciones de adaptarnos al camino y esto, solo esto nos llevará lejos.  Pero, a la vez, debe ser pensando en hacer el bien al otro.

Vencer nuestros miedos es algo para valientes.  Las conductas humanas suelen tratar de evadir el miedo o disimularlo, sin embargo, los temores nos pueden seguir el juego y afianzarse cada vez más hasta paralizarnos.  Por esto, la recomendación es pensar en uno mismo, pero tratar de dedicar nuestros esfuerzos para ayudar al otro.

En la vida, el mundo de las elecciones humanas es un verdadero laberinto, hay personas que eligen cada vez caminos totalmente alejados de sus deseos más esenciales, qué quiero decir con esto, que no hemos aprendido a conocernos, que no sabemos qué deseamos en realidad, que no identificamos qué nos mueve, qué cosas nos harían brincar como resorte de nuestra pasividad.

Los expertos en marketing saben que existen disparadores de decisión, generalmente aquellos gatillos mentales tienen conexión directa con lo que sentimos, por esto, pensando en lo que anhelamos, debemos dedicarnos a ayudar a la realización de las demás personas, esta es una clave en el mundo de hoy, cualquiera que sea la profesión que ejerzamos o la ocupación a la que estemos dedicados, si nos enfocamos en ayudar al resto de personas, seguramente nunca seremos pobres, pues, no hay persona más apreciada que aquella que nos ayuda a conseguir la felicidad.

En este contexto, comprender al prójimo puede ser una mina de oro para explotar, y digamos que, si aprendemos a manejar la compresión, tenemos el mapa que nos dirá exactamente cómo llegar a las metas propuestas.

Por experiencia propia he comprendido que lo que nos separa de llegar a la meta, muchas de las veces es una idea equivocada, pensando que solamente nosotros podremos realizarlo, los egoísmos pueden terminar por acabar con nuestro tiempo.  Por todo lo expresado, si queremos disfrutar de la vida, es bueno aprender a buscar una misión que aporte al mundo, seguros que buscando ayudar a otros, nos ayudamos a nosotros mismos.

Si seguimos estas breves pautas, en cada instante cosecharemos algo bueno para nosotros y para los demás.  Así el tiempo invertido vale la pena, pues, se parece más que a la caza, al cultivo, donde lo que se hizo, sea por ti y por mí.