Antonio C. Maldonado V.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, expreso mi saludo fervoroso a las mujeres de la patria y los países del mundo; fecha que en 1910 en la lucha por sus reivindicaciones democráticas propuso Clara Zetkin para honrar la memoria de mujeres trabajadoras asesinadas en la fábrica Triangle Shirtwaist de EE.UU. Esta conmemoración debería ser una obligación para todos celebrarla jubilosamente y no como acontece al presente que se hace las manifestaciones públicas con un extenso pliego de peticiones a los gobernantes que esperan sean atendidas.
En el momento del caos administrativo y la fuerza del cambio climático que no nos permite cumplir las normales tareas que propicien el anhelado desarrollo que requerimos todos los ecuatorianos sin que nos entreguen totalmente maniatados no solo a la dependencia de la inversión que no se la ve y especialmente a la administración extranjera de las obras que puede realizarse como lo planifica el actual gobierno sin ese requisito. En el caos administrativo que atravesamos se producen una serie de acusaciones al actual gobernante y algunos de los anteriores que han incurrido en el nepotismo con perjuicios millonarios al erario nacional, debido a lo cual las autoridades de las Funciones Judicial y Legislativa han iniciado una serie de procesos para el juzgamiento de los involucrados.
El nepotismo consiste en la preferencia hacia familiares del gobernante a quienes se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos, soslayando a aspirantes con mejores merecimientos, capacidad y virtudes; pese a esta situación la presión tanto de familiares como de amigos obliga a quienes ejercen el gobierno en las diversas instancias a salirse de las prohibiciones constitucionales y legales acarreando el lastre que en la actualidad los ha convertido en sujetos de juzgamiento; sin embargo en lo que va del llamado retorno al régimen democrático, más de 40 años, pese a que la Carta Magna prohibía y sancionaba el nepotismo, esto no ha sucedido, como en el otorgamiento temporal de administrar Aduanas en lugares de alta movilización mercantil a familiares o amigos sin poder sacudirse del lastre que compromete a los gobernantes.
Esperemos y confiemos en las acciones de los gobernantes nacional y seccionales que sin aspavientos puedan cumplir lo ofrecido.