Los mercados saludables, un gran desafío para las nuevas administraciones municipales en el Ecuador.

Los mercados siempre serán los espacios más importantes de encuentro de las amas de casa, turistas, comerciantes mayoristas y menoristas, lo consideramos así porque allí nos encontramos constantemente.

Un mercado, de cualquier ciudad, es el principal centro comercial y social de una comunidad, en los que se refleja la gastronomía, cultura, costumbres y las tradiciones propias de una ciudad. Por ello, el mercado es el espejo que refleja los saberes ancestrales y nos ofrece alimentos, los cuales debe darse en ambientes inocuos, propicios y seguros, garantizando así la salud de los consumidores; de la misma manera, sus entornos deben bridarnos la imagen de una ciudad limpia y ordenada con árboles que identifiquen a la ciudad y cantón, para que hasta el turista se lleve la mejor impresión de una comunidad muy saludable.

Bajo ese horizonte, todos los mercados deben favorecer y fomentar los mejores estilos para una vida siempre saludable. Solo así las amas de casa y las personas que visiten el mercado podrán adquirir y consumir alimentos ancestrales, naturales, sanos y seguros. Consumir productos saludables permite fortalecer la economía popular y solidaria, retomando la sana costumbre de comer frutas, legumbres, hortalizas y alimentos tradicionales que benefician a nuestra salud. Por ello, es muy importante que todos los nuevos Gobiernos Autónomos Descentralizados del país, como responsables de sus competencias que tienen
a cargo la administración de los mercados, dirijan todos sus esfuerzos para cambiar la vieja imagen de los mercados tradicionales por el nuevo mercado saludable, y convertirlos en espacios limpios de encuentro.

Bajo la premisa de caminar juntos por la salud de los consumidores, el presente comentario es presentado para promover el nuevo concepto bajo una administración por resultados para lograr implementar los mercados saludables como un desafío válido que permita garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, el mejor estado nutricional y la salud de los vecinos de todas las comunidades a nivel nacional. En tales circunstancias, en la lucha diaria por una vida sana esta opinión es una recomendación propicia para las nuevas autoridades de todos los Gobiernos locales, administradoras de mercados, proveedores, comerciantes y otros trabajadores municipales, comprometidos con la salubridad, participen activamente para asegurar la calidad de todos los servicios en los mercados, así como ser integrante para lograr la inocuidad de los alimentos a expenderse todos los días. En tal virtud, se hace emergente el establecimiento de un mercado saludable, que es un proceso bajo la responsabilidad de las nuevas autoridades electas compromiso muy beneficioso tanto para los comerciantes, como para usuarias y usuarios que tienen que ir al mercado; entendido como parte de la cultura, historia, de las buenas costumbres y tradiciones desde nuestras raíces.