La economía digital, el imperio del dato 

Por: Lcdo. Augusto Costa Zabaleta

La “desmaterialización económica” y la “centralidad económica del conocimiento” propias del postindustrialismo se completa en lo que podría llamarse “economía digital de los datos” que instituye la tecnología digital y el mundo conectado a internet desde la primera década del siglo XXI; también se acentúa la personalización de la producción distintiva del posfordismo y la “deslocalización productiva” qué lo caracteriza; en efecto, la economía digital, también llamada recientemente capitalismo de la vigilancia, podría considerarse la forma más avanzada del sistema postindustrial. 

Lo primero que entendemos es que internet y el mundo digital no son meramente una suerte de “superestructura cultural”, constituye más bien siguiendo esta terminología, una unidad infraestructural para el sistema social contemporáneo; esto es así en la medida en que las tecnologías digitales y conectivas se han articulado funcionalmente con los procesos productivos, distributivos y financieros; las bases de la economía digital se colocaron hacia la década de 1990, lo que le agradó de suma manera al sector financiero; el clima de este proceso se dio entre 1997 y el año 2000 cuándo las acciones de las empresas de tecnología subieron un 300% y se hicieron con una capitalización de mercado de 5 trillones de dólares. 

La economía digital está basada en el registro y el procesamiento masivo de datos las publicaciones que ofrecía Google el proceso de personalización e individualización propios del sistema postindustrial y del posfordismo se conjuraron aquí con tecnologías de la identificación, que llevaron a la sociedad del consumo a un nuevo nivel, las personas se podían conocer mediante su búsqueda y comportamientos en internet, y a través de algoritmos deductivos, inductivos y predictivos, los gustos, deseos, aspiraciones, relaciones, actitudes, expectativas, comportamientos y muchísimos más esta información fue conocida y bautizada como información del perfil de usuario.

Pero la economía digital no puede reducirse a las corporaciones digitales; el dato se va convirtiendo en la materia prima del sistema económico en general; así cada vez más empresas, más negocios, más procesos productivos y distributivos, y más procedimientos laborales necesitan de datos masivos, debidamente computados por las tecnologías digitales; con ello, es posible optimizar la producción, adaptarse rápidamente a los cambios de la demanda, sentar las bases para la innovación, contratar a los empleados, notificar a los clientes, ampliar la base de clientes, dirigir con precisión la publicidad, coordinar con distribuidores, notificar a los clientes, ampliar la base de clientes, dirigir con precisión la publicidad, coordinar con distribuidores y articular a trabajadores deslocalizados, anticipar riesgos, automatizar controles de rutina, automatizar controles de seguridad, respaldar operaciones de recursos humanos tales como la selección, la promoción o el despido, etcétera. 

La revolución de los datos, que converge con las tecnologías de inteligencia artificial, nanotecnologías y robotización es tan significativa que ya se están mentando “industrias 4.0”. 

Lcdo. Augusto Costa Zabaleta 

Ced. #: 1100310455