César Eduardo BRICEÑO TOLEDO
cbricenot@hotmail.com
Nuestro país no halla el andarivel del desarrollo, porque le aqueja la enfermedad terminal de varios males como ser un narcoestado o un estado fallido, que afecta a todo el tejido social, que hoy incluye a políticos, jueces, empresarios, militares y policiales y funcionarios de alto coturno. Mucho se degradó nuestra sociedad con esta perversión humana. En todos los gobiernos, durante dos siglos, proliferó la enfermedad de la corrupción, sin que a nadie le importara, por el contrario, todos se repartieron los despojos de la víctima Estado, como la profecía bíblica. Actualmente, aparte de las cinco funciones del Estado, las peores puntuadas son el Ejecutivo y la Asamblea Nacional, que más preocupada esta última fue por el día del bizcocho y de las condecoraciones que fueron dadas a más de 6.000 individuos y apenas aprobaron 45 proyectos de Ley.
Tras relajos de cada día, el procesamiento del juicio político al presidente Lasso arranca este lunes, 03 de abril, y terminará alrededor del 03 de mayo, cuando la Comisión de Fiscalización conozca y notifique al acusado y acusadores para que presenten pruebas, por presunto peculado. Los actos de barbarie se darán en la Asamblea Nacional en los próximos 45 días porque se conjugan tres escenarios: el juicio político al presidente Guillermo Lasso, la elección de las nuevas autoridades legislativas y la amenaza constante de muerte cruzada. Todo esto conllevará negociaciones, cabildeos, pactos, presiones y cálculos de pandemonio.
El presidente Lasso nos falló. En las elecciones del 2021, lo elegimos porque no tuvimos otra opción razonable. Nos ofreció algo diferente para el país, que no cumplió; creyó que salvando la macroeconomía y con guardar el dinero, sin importar de donde venga, como buen banquero, y honrar a los organismos chulqueros del exterior era suficiente; mientras tanto, sometía a los ecuatorianos para que no tengamos medicinas para curar las dolencias humanas, redujo el presupuesto de la educación especialmente superior para financiar el ingreso de nuestros estudiantes, no pagó la deuda al IESS, no atendió la infraestructura vial del país, no reactivó la agroindustria nacional, no solucionó el ingente desempleo, no nos dio seguridad pública, y no mejoró las condiciones socioeconómicas de la familia; que nos condujo inevitablemente al caos actual.
¿Qué hacer ante este desastre y confusión nacional? 1. Si Lasso lograr salir bien librado del juicio político, debería cambiar de timón gubernamental con la oxigenación inmediata del gabinete ministerial, mediante una concertación política nacional. 2. Si es destituido, o si renuncia voluntariamente, que el nuevo Gobierno rectifique los desaciertos de su antecesor escuchando el clamor de una sociedad compungida. 3. Que se constituya un gobierno transitorio civil conformado por organismos colegiados, académicos, gremiales y de la producción, sin la participación de los partidos políticos que han sido parte de la descomposición nacional; durante un periodo perentorio hasta cuando se realicen las próximas elecciones para designar a las siguientes autoridades oficiales, que promuevan una nueva asamblea constituyente. ¡Un camino a seguir! Su pusilanimidad no le permitiría arriesgarse por la muerte cruzada, que no soluciona nada.
Loja, 02 de abril de 2023