Maestro

Por el mundo inmenso

de tu estrella viva,

siguen tus alumnos

sin ceder tu rastro

Por la tarde y noche

de tus aulas de oro,

vuela tu sapiencia

en moral y ciencia

Tu trayecto eterno

de papel y lápiz,

traza los caminos

con sudor y vida

Por tus manos limpias

de trabajo al viento,

siguen los silencios

que lo dicen todo

Por tus ojos claros

y mirada adusta,

vuelven los alumnos

a dejarte un beso.

Por tus mundos vivos

de impolutas frases

yerguen sus banderas

los valientes seres.

Por tus canas plata

de trabajo cierto,

se arman los valores

del eterno mundo.