“Te faltan lecturas
víveres y menesteres
ladrones de fortunas
besos en mis laureles”.
Amar sin amarrar
soltar las riendas y los estribos
rodar por las pampas en cartón
me falta huevos para confesar
sobriedad en la atmósfera
barrio en el blues de la calle Loja.
Observar antes de recorrer
caminar descalzo en la tierra
ojear las páginas arrancadas
ser o no haber, estar allá o acá
quedar en algo sin acontecer
basta de rodeos y cuestiones.
Disfrutar la lluvia de abril
conmoverse con la brisa perezosa
romantizar la confianza en el arte
errar como si fuera el primer intento
coleccionar en la memoria instantes
dar lugar a sentimientos sin dirección.
Me falta cubrirme con la lluvia
no acudir a la cita programada
soplar las bardas de la aureola
viajar con lo que llevo puesto
dejar las maletas bajo la cama
sellar el pasaporte en cada puerto.
Me faltan los tornillos
un quijote y una emancipada
un poema que no hable de bardos
una peinilla que “destambe” la congoja
basta el aroma del hogar en las venas
y que no falte el quesillo para la sopa.
(de Canción de la neblina)