Turismo sostenible, un modelo de gestión para respetar al planeta

Ing. Freddy Rommel Coronel Álvarez

Esta actividad económica se orienta a desarrollar una un modelo de gestión empresarial generando un impacto mínimo sobre el medioambiente. La clave principal del modelo, está en que la explotación de un recurso sea por debajo del límite de renovación del mismo. Es decir, se trata de fomentar un turismo respetuoso con el ecosistema, un mínimo impacto sobre el medioambiente y la propia cultura local. Además, el aspecto de la inversión, está busca la generación de empleo e ingresos de la población autóctona.

Bajo ese horizonte de respeto al planeta, la Organización Mundial del Turismo (OMT), ente vinculado a Naciones Unidas desde 1976, considera que uno de los elementos fundamentales para desarrollar el turismo en general, es “dar un uso óptimo a los recursos medioambientales”. Para ello es necesario mantener los procesos bajo costumbres ancestrales ecológicas esenciales, ayudar a conservar la biodiversidad, respetar las culturas locales y los recursos naturales. Esta organización puntualmente establece que para lograr que el turismo sea sostenible, respetando la biodiversidad, hay tres pasos a seguir:

  1. Optimización de los recursos medioambientales. Que significa esto, que no hay turismo sostenible sino cuidamos el entorno natural. Solo así estaríamos conservando los recursos naturales y cuidando la diversidad biológica únicamente de esa manera respetuosa, es posible que podamos llamar turismo sostenible comprometiendo a cada turista a sembrar una planta por lo menos para fortalecer la biodiversidad.
  2. El respeto a la autenticidad de las culturas locales. Esto se convierte en un factor primordial para entender que un lugar son su gente y sus costumbres son lo más importante, respetando los valores tradicionales de la comunidad anfitriona, su cultura, la arquitectura ancestral, es su identidad por siempre; por lo tanto, sin ningún respeto hacia la cultura milenaria, el turismo jamás podrá ser sostenible.
  3. Distribución equitativa de la riqueza. La economía social es otro de los factores fundamentales para un turismo sostenible, garantizando las actividades económicas para que perduren en el tiempo y que tenga de manera sostenible el equilibrio en la distribución de los beneficios socioeconómicos con los habitantes del lugar generando oportunidades de empleo estable, obtener ingresos, servicios sociales, y reducir la pobreza en las comunidades locales donde se plantea un Proyecto de Turismo Sostenible.

Bajo ese horizonte los gobiernos de turno tienen que ofrecer créditos incluyentes a bajo interés, con periodos de gracia orientados a fortalecer el periodo de recuperación de la inversión y a largo plazo para que el proyecto tenga el carácter de sostenible asegurado la viabilidad económica para que haya prosperidad y beneficios para el inversionista y toda una comunidad, esta podría ser una gran propuesta para el próximo gobierno.