Este tema se termina
el domingo mis bonitos,
se lo gana con votitos
no con pan ni colombina.
El final está a la esquina
y es del todo impredecible
por las formas increíbles
de los datos de la encuesta
que a algunitos indigesta
pues se creen invencibles.
Es verdad que la campaña
por momentos fue violenta,
sin sustento, truculenta,
mentirosa y mucha saña.
Si el olfato no me engaña
hubo quaker por galones,
hubo miles de cartones
con la foto del bendito
que ha gastado un dinerito;
es decir, muchos millones.
“Ambos dos” dijo mi abuela,
han viajado por sus rumbos,
suda y suda, tumbo en tumbo,
sin parar, quemando suela.
Han llegado a las escuelas,
coliseos, escenarios
con el mismo recetario
ofreciendo hasta su alma,
luego pasa y todo en calma
como siempre, como a diario.
“Ambos dos” en el debate
expusieron sus proyectos,
no tan buenos ni perfectos
que dijeron: hay empate.
No señor, el desempate
en honor a la verdad
fue a favor, no es novedad
de la dama candidata
quien con buena perorata
superó con claridad.
Hoy tenemos dos modelos
con sobradas diferencias,
con muy claras evidencias
que han marchado en paralelo.
Como dijo san Pamelo
es el rico contra el pobre,
es el oro frente el cobre
es la izquierda y la derecha
es la ira que despecha
que nos mata y nos absorbe.