Cultura oral en la lojanidad

Por: Sandra Beatriz Ludeña

He leído con admiración que la cultura oral se ha ido interrumpiendo paulatinamente a lo largo del siglo XX hasta colapsar.  A menudo, me pregunto ¿si realmente hay un límite entre lo oral y lo escrito?  Creo que las cosas son cambiantes, inclusive las opiniones.  

La cultura oral en comparación con la escrita, es igualmente trascendente, puedo decir, que no son irreconciliables, según mi criterio, son complementarias.  Los contenidos de la cultura oral, el conocimiento que corre por sus oralidades, sobreviven justamente por los libros y otros archivos de la memoria, y esto, es un triunfo de la oralidad.  

Hoy con las nuevas tecnologías, las posibilidades de que se rescate, el conocimiento de la cultura oral es cada vez más cierto, las nuevas tecnologías nos ponen a mano, formas de documentar y salvaguardar.

Afortunadamente, cada vez hay más textos dedicados a rescatar la oralidad, muchos de estos gracias a las intervenciones de las Administraciones públicas.  Es por esto, que resulta de gran valía el trabajo de los Archivos Históricos de los ayuntamientos.  Pero, la desventaja que muestra este tipo de trabajo, es que los libros que levantan tal información, proveniente del conocimiento oral, no son comerciales, pues, que no son un producto que se coloque en los estantes de los supermercados y sea apetecible para el público, en realidad, el rescate de la cultura oral es un legado histórico, un bien patrimonial inmaterial, sin embargo, poco apreciado.  

Por estas razones las editoriales públicas, deben hacer un esfuerzo que permita cada vez y con mayor frecuencia, dedicar tiradas de libros, que den cobertura a la recopilación del conocimiento, que es parte del patrimonio inmaterial, pues, hay tanta riqueza en ese cause por el que corre tradiciones, costumbre, cultura.

Si nos comprometemos con la recuperación, conservación, estudio y difusión de las señas de la identidad de la cultura lojana, creo que se abrirían nuevas fuentes de recursos por explotar.

Se ha perdido mucho, pero no todo, en Loja hay estudios sobre lo patrimonial, incluso ya se reconoce las artesanías como parte de ese patrimonio, esto quiere decir que la tecnología (la forma de hacer algo), que en la mayoría de casos se trasmitía oralmente, hoy ya se encuentra siendo investigado, por ejemplo, la tecnología de los tejidos, la tecnología de los tallados en madera, la tecnología de la alfarería, y así muchas otras maneras de hacer las cosas.

Es importante, porque muchas veces, este conocimiento ortodoxo se desperdiciaba y terminaba perdiéndose en el tiempo, a pesar de ampararse en la tradición.  La cultura oral requiere de mayor atención, de tender puentes que la lleven a salvaguardar su riqueza.