Viene y va de arriba a abajo
mendigando una sentencia
que la vuelva a presidencia
¡del Congreso, qué carajo!
Viene y va con su pedido
esperando una fortuna
implorando hasta la luna
el milagro apetecido.
Sus obtusas pretensiones
son chirlazo, bofetada,
a la patria maltratada
por tan burdas actuaciones.
Cien Luquitas la señora
ha pedido por cristiano,
y que paguen bien temprano
completito y sin demora
Además, la reclamante,
quiere excusas verdaderas,
y con caras lastimeras
tan sonoras con parlante.
Vaya. Vaya, que insolencia,
que aspavientos, qué grandeza,
a mi juicio son torpezas
sin sentido y coherencia.
Que la vuelvan nuevamente
¡Quiere ella, qué insistencia!
al sillón de presidencia
del Congreso, astutamente.
Son tan solo pretensiones
a la luz de noche oscura,
es tan solo una “frescura”
que motivan los millones.
No es posible que se acepte
dicho pliego de pedidos,
de talante desmedido
que a toditos nos compete.
Su período fue un fracaso,
sin un norte y dirección
solamente su ambición
la condujo a su mal paso.
Sube y baja, baja y sube
con su grupo de abogados
de argumento desgastado
entre sueños, mitos, nubes.
Por mi parte, yo no quiero,
que regrese a presidencia,
con total incompetencia
y discurso lastimero.