Lustrar calzado, un oficio digno de reconocimiento

Melesio Peñaloza, lustrabotas de la ciudad de Loja.

En varios puntos icónicos de la ciudad de Loja, incluyendo las inmediaciones de la catedral y las riberas del río Malacatos, se encuentran personas dedicadas a una actividad que —a pesar de los desafíos que enfrenta— sigue siendo un símbolo de esfuerzo y dedicación; hablamos de los lustrabotas, quienes día a día brindan sus servicios a la ciudadanía.

Diario Crónica tuvo la oportunidad de dialogar con el señor Melesio Peñaloza, quien ha estado inmerso en este trabajo durante 25 años. Melesio se enorgullece de su habilidad para lustrar zapatos de cuero, en todos los colores, y gamuza; sin embargo, dice, el oficio enfrenta ciertos retos en la actualidad.

Una de las principales dificultades es la disminución en el número de personas que usa calzado de cuero, pues la evolución de la moda y las preferencias de atuendos han llevado a que este tipo de zapatos sean menos comunes en la vestimenta cotidiana.

Además, la lluvia se convierte en un obstáculo importante, ya que los lustrabotas trabajan únicamente bajo una sombrilla —que los protege de las inclemencias del clima—.

Pese a todo esto, los lustrabotas de Loja continúan trabajando incansablemente. Inician sus jornadas a las 07h00 y trabajan hasta las 18h30, ofreciendo lustradas de alta calidad a precios asequibles; la tarifa es de USD 0,50 para zapatos de cuero, y USD 1,50 para zapatos de gamuza.

Labores como la de don Melesio y muchos otros —quienes perseveran a diario para ganarse la vida con dignidad— son merecedoras de reconocimiento.

El señor Melesio Peñaloza se encuentra en la Av. Manuel Agustín Aguirre y 10 de Agosto, frente a Pan Rey, esperando dar sus servicios a quienes deseen darle “nueva vida” a sus zapatos y, al mismo tiempo, ayudar a mantener viva una tradición que perdura en el corazón de la ciudad. (I)