SABEL
En un parque de la ciudad, una anciana hacía ademanes raros, como simulando lluvia. Esta historia habla del secreto del amor y sus beneficios.
La mujer se acomodaba en el parque de “Domingo, el santo mirón”. En una banca, con posición expectante y discreta. Tarde a tarde, se la ve en actitud extraña.
¿Qué es lo que hace? Nadie lo sabe. Lo cierto es que en horario de dos a seis de la tarde hace un ritual. Dar regalos secretos como gotas de lluvia.
Habiéndome beneficiado del regalo, le pregunté ¿qué hace? Dijo: “Es la siembra, antes, preparo mente, corazón y semilla. Luego mi bolsa tiene preñez de: amor, paz, alegría, belleza, perdón, bienestar, salud, y otros. Yo elijo con el corazón, de entre la gente que pasa, a quienes dar mi ofrenda.
Así, si alguien va abatido, en ademán de gotas de lluvia, le envío el regalo amoroso de la alegría. Entregar las gotas es simple y no pide confirmación. Complicado es saber ¿qué le aqueja al que se aleja? Con el ejercicio, hay una luz roja donde su energía se atasca. Y allí se da el regalo.
Hace varias tardes, pasó una señora con su niño que lloraba, el infante tenía energía dañada en su barriga, el temor y trauma lo consumían. Entonces, saqué de mi bolsa: consuelo y amor paternal, se lo envié al instante. Y así con cada uno de los que pasan: el corazón avisa y envío como gotas de lluvia, el regalo. Luego vivo a plenitud. Todos pueden hacerlo, es cultivo de abundancia”.