¡Cuánta falta nos hace!

Diego Lara León

Yo pertenezco a la generación X, denominación dada a quienes nacimos entre los años setenta y ochenta del siglo pasado. Nuestra generación ha tenido que vivir cambios radicales en muchos aspectos: usamos el teléfono de disco y hoy la videoconferencia; vimos películas en Betamax y ahora vemos Netflix, algunos jugábamos con Atari y ahora a veces en Play Station, escuchábamos música en los famosos casettes y hoy lo hacemos en Spotify.

Quienes me leen o escuchan y son mis contemporáneos recordarán aquel temido y odiado “chicote o trenzado” que nuestros papás tenían siempre a la mano en casa y que usaban con una destreza absoluta cuando algo que hacíamos no era lo correcto. También deben recordar la apocalíptica escena de nuestro papá sentado en cabecera de la mesa con la correa de cuero alrededor de su cuello y que permitía que comamos toda la sopa, no hablemos en la mesa y nos tomemos sin ninguna mueca el espantoso aceite de hígado de bacalao.

Recordarán las “torcidas de ojos”, los “pellizcos” o los “cocachos” que nuestras mamás nos daban, seguidos de la famosa frase que llegaba luego de haber recibido el castigo merecido por “malcriados “, aquella famosa frase ¿y por qué lloras? O aquel reglazo en la mano que nos propinaban los maestros, o aquella “levantada de la patilla”, ambas acciones que permitían tener más de 50 revoltosos niños, callados y atentos a la clase.

Todas esas “estrategias” sirvieron para formar a “las guaguas” bien educados en su gran mayoría.

Hoy los tiempos han cambiado y muchas de esas prácticas ya no se usan, cuidado piensen que estoy a favor de violencia.

En estos días los casos de COVID-19 se han multiplicado exponencialmente en Loja. Algunos ciudadanos dicen que es por falta de control, quienes controlan dicen que es por desobediencia de algunos ciudadanos, otros dicen que es culpa de las autoridades. Todos trasladamos la culpa a alguien más, pero al final todos somos culpables.

Existe una famosa frase pronunciada por el presidente John F. Kennedy el día de su posesión: “no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino que puedes hacer tú por tu país”.

Para controlar esta terrible pandemia se necesita que cada uno cumplamos nuestro rol, ponernos la mascarilla es la mejor muestra de respeto hacia el prójimo, lavarse las manos y guardar el distanciamiento también. Mi agradecimiento a quienes, si lo hacen, mi llamado de atención a quienes no quieren hacerlo. A ustedes que piensan que la pandemia es un juego, cuanta falta les hace “las estrategias de buen comportamiento” que usaron los padres y maestros de la generación X.