El PIB en el Primer Semestre 2020

La brutal paralización de la economía provocada por las medidas de confinamiento para controlar expansión del COVID-19 entre los meses de marzo y junio, generó un impacto muy fuerte el sector productivo y por ende en el Producto Interno Bruto del año 2020.

La mejor manera de medir el impacto es comparar periodos similares en años seguidos, por lo tanto, analizaremos el incremento o decremento del PIB en algunos sectores de la economía en el período enero – junio 2020 frente al período enero – junio 2019. Datos obtenidos del Banco Central del Ecuador.

En el primer semestre del año 2020 frente al primer semestre 2019 el sector primario (materias primas) cayó en promedio un 5,5%. La acuicultura y pesca de camarón fue el único sector que creció significativamente, en el 2020 este rubro importante para la economía ecuatoriana creció 8,9%; y, el que más se redujo fue la explotación y venta de petróleo, esta cayó 13,1%.

Al analizar el sector de la industrialización, es decir, el sector que genera valor agregado, la pandemia definitivamente lo golpeó mucho. Las dificultades logísticas, de abastecimiento de materias primas, de entregas, contracción de la demanda y confinamiento del personal provocó disminución y en algunos casos paralización de las fábricas. Este sector cayó en 4,9%.

El refinado de petróleo cayó en 18,9%, la construcción (uno de los mayores dinamizadores de la economía) decreció 9,9% del PIB, el comercio decayó en 5,1%.

Los mayores impactos negativos están en dos sectores muy importantes de la economía. El transporte que sufrió una caída del 17% y el sector de alojamiento y servicios de comida (hoteles y restaurantes) que sufrió un retroceso de 11,5%.

En total el PIB en el primer semestre del 2020 cayó en el orden del 7,4% con respecto al primer semestre del 2019. Esto quiere decir que en el primer semestre del 2020 la economía ecuatoriana dejó de producir 7.400 millones dólares aproximadamente.

¿Qué significa 7.400 millones de dólares menos en producción? Significa menos liquidez para las empresas, capacidad instalada subutilizada, costos más altos de producción, pérdida de empleo, disminución de la productividad y competitividad. Una gran parte de esos 7.400 millones eran divisas, es decir exportaciones.

Aun no tenemos los datos del segundo semestre, lamento indicar que en algunos sectores el impacto negativo será mayor.

La reactivación está lenta. Se debe tomar medidas inteligentes y oportunas, tanto en el Estado como en el sector productivo.

Debemos priorizar la activación del mercado desde lo local, inyectar de liquidez la economía, mantener el empleo, restar la presión fiscal al sector productivo, desarrollar la capacidad de reinvención y ser más eficientes.

Los datos sirven para saber dónde estamos. Es momento de unirnos para caminar hacia donde queremos estar.