Visión electoral

José Benigno Carrión M.

No pocas veces, el hombre de la calle, el ciudadano corriente, se pregunta absorto y sorprendido sobre los resultados que nos ofrecerá este nuevo evento democrático. No deja de preocuparle al ciudadano corriente, el número de listas y candidatos para las diferentes representaciones electorales que participan. Parece que las ambiciones, las pretensiones políticas, de unos y otros, se han desbordado. Con ese criterio las listas de candidatos subieron de número.

Hay de todo gusto, color y sabor y ofrecen el oro y el moro a sus partidarios. Es la hora de satisfacer o colmar tantas aspiraciones fallidas. El elector corriente entiende el problema y se limita a expresar, su criterio, muchas veces, con una sonrisa burlona, sarcástica, que por supuesto, no conduce a ninguna parte. En otras palabras, el mismo fenómeno político de siempre, con diversas pretensiones, haciendo las excepciones de estilo. Un tanto sorprendidos nos preguntamos ¿cuáles serán los resultados? Acaso los de siempre… Tendremos un parlamento de charlatanes que pasará exhibiendo sus propias y vergonzosas desnudeces morales e intelectuales, sin propósito de enmienda. Aquello de fiscalizar y legislar es cuento. Acaso, nuestros representantes no han cometido toda clase de errores, falencias, sin presentar ni el más ligero rubor en su rostro.

No nos forjemos vanas ilusiones…Tendremos el mismo espectáculo de siempre con diferentes actores y no pocas repeticiones que se han filtrado como de costumbre… Heredamos un país endeudado hasta la médula. El nuevo gobierno tendrá que buscar otros rumbos económicos y claro está encontrar otras soluciones que no sea vivir del préstamo internacional. ¿Qué hacer ante tanta desventura, como la pandemia del covid 19 que nos ofrecieron los chinos como aguinaldo anticipado de Navidad? El problema no es fácil. Se impone seleccionar con criterio justo y ecuánime los próximos candidatos, es decir, votemos por los mejores, por los más capaces, por los más honrados, por quienes vayan a luchar por los intereses de nuestra ciudad y provincia. El voto tiene una gran ventaja: es secreto. No podemos darnos el lujo de seguir cometiendo los mismos errores de siempre. Es la hora de las grandes rectificaciones…