La fanesca de candidatos y el Consejo Nacional Electoral

Alberto Chamba

Cuando se acerca las elecciones presidencial, de asambleístas y de parlamentarios andinos, precisamente cuando la corrupción se ha vuelto agresiva y desvergonzada, 17 binomios por alcanzar la presidencia se han inscrito en la fanesca de todo color. Están aprobados centenar de movimientos políticos, en un país que apenas cuenta con 17 millones de habitantes, cada cual con sus cálculos de conveniencias personales o partidistas, menos por rescatar la dignidad del pueblo y el honor de la patria. Sus ofertas de millares de empleos y de puestos de trabajo sin señalar cuáles serían las empresas y los emprendimientos para la creación de fuentes de trabajo para instalar a esos millones de ecuatorianos; demuestran la incoherencia de sus ofertas demagógicas carentes de proyectos sustentables para su ejecución y puesta en práctica.

El ofrecimiento de créditos con bajo interés a largo plazo sin aplicar la tecnología con diversidad de cultivos, manejo, cosecha y pos cosecha y comercialización de los productos en el mercado interno y en el exterior que es lo que justamente el agro necesita, es otro ofrecimiento demagógico que en tiempos de campaña electoral ponen a rodar todos los politiqueros de siempre. Todos ofrecen combatir la corrupción y el pueblo se pregunta ¿podrán los corruptos combatir la corrupción? “Me refiero a la experiencia que vivimos”; hay quienes ofrecieron la tenencia de armas para combatir la delincuencia en defensa propia, si bien sabemos que son bandas organizadas que, por supuesto las represalias serían más contundentes, por suerte y a tiempo el señor Ministro de defensa ha rechazado y con razón semejante despropósito.

En definitiva, un incendio no se apaga con gasolina, así la crisis no se apagará, si no se empieza a rescatar los principios y valores que se han tirado al piso, aferrarnos a lo mismo, solo terminará haciendo de nuestro país una sepultura colectiva. Por el derecho y la justicia social.