Diciembre mes de contrastes

El pueblo católico está viviendo una de sus festividades cumbres en el calendario, se trata del adviento. Época previa a la navidad o sea antes del nacimiento de Jesús de las puras entrañas de María una mujer humilde que fue escogida por Dios para que su hijo tome forma de hombre y venga al mundo a habitar entre nosotros por un periodo de 33 años con una sola misión, redimir al hombre del pecado. Transmitiendo una enseñanza maravillosa “Amar Al Prójimo Como A Ti Mismo”

Sin embargo, ahora somos testigos de todo lo contrario, pues estamos demasiado lejos de imitar y más aún de seguir los pasos de Jesús. Ya que hemos tornado este festejo en netamente comercial, e invasivo de los cinco sentidos, no existe un instante en que no te recuerden lo cercanos que estamos de la navidad y que debes apresurarte a buscar el obsequio adecuado para tus familiares y amigos, desvirtuamos una celebración que debería llamarnos a la unión, a la ecuanimidad, a la convivencia pacífica, al trato amable, a la relación estrecha con los demás.

A esta fiesta la convertimos en un vacío toma y dame, en una oferta y demanda, buscándole sentido al sin sentido. Por eso en este mes aumentan alarmantemente los casos de suicidio, porque la depresión se apodera de la gente, más aún, en este año, durante el cual, nos ha perseguido la amenaza de la terrible pandemia de la que no salimos hasta ahora, es lógico que esto suceda, porque se marcan diferencias súper pronunciadas y contrastes bien notables entre las clases acaudaladas y las desposeídas, las primeras intentan calmar sus conciencias mostrándose solidarios al menos una vez al año, y los segundos sienten con mas fuerza las distancias sociales. Y por lo general caen en un pozo depresivo muy hondo, este estado los induce a la fatal decisión de quitarse la vida.

Resulta contradictorio que esto ocurra justamente en el festejo de quien con su nacimiento nos quiso llenar de luz, amor y paz- Mientras nosotros solitos, con nuestra pobre mentalidad humana. nos hemos encargado de tergiversar esas grandes enseñanzas, hemos cambiado la luz por oscuridad, el amor por odio, y la paz por confrontaciones y guerras que han llenado de muerte y desolación la tierra, ahora no conformes con destruirnos entre nosotros mismos, estamos dejando aridez en lo que ayer eran campos verdes y fértiles, todo por satisfacer intereses creados que pretenden despojar al planeta de su riqueza natural y faunística.

Ojalá reflexionen y enmienden su comportamiento nefasto y cruel. Otro de los sentimientos, que se acentúa más por estas fechas, es, la sensación de soledad en un mundo indiferente y ajeno, en el que diera la impresión de que no le importa nada de lo tuyo. ¡A ese nivel de indolencia hemos llegado! Estoy seguro de que Jesús no quiso esto para nosotros, pero aquí nos tienen dispuestos a vivir otro diciembre lleno de contrastes terribles y dolorosos, queridos amigos que el 2021 nos inunde la buena voluntad pero, sobre todo las buenas acciones a favor de los demás y tratar de aliviar tanta soledad y tristeza que por ahora tiene la humanidad entera. Así sea