Amaluza pese a tener una vía de primer orden expedita, la población desde hace varios días sufre el desabastecimiento del combustible: diésel y gasolina. El cantón no cuenta con una estación de servicio, pese al crecimiento del parque automotor.

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Desde hace varios años la población ha sufrido este problema del desabastecimiento y los expendedores deben traer el producto desde las estaciones de servicio ubicadas en Cariamanga o Gonzanamá.
Los distribuidores de combustibles de Amaluza están sometidos a una serie de permisos de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), tanto en Loja como en los cantones donde se compra. Esto lo hacen, según las autoridades para mejorar el servicio a la comunidad y evitar el contrabando.
“Sin embargo, el tiempo que se demora en la tramitología, deriva en la escasez del producto como está sucediendo en la actualidad, afectando al servicio de transporte para personas y más en los productos, ya que son traídos de las chacras de las 7 parroquias, donde los agricultores dinamizan las economías domésticas con la venta de sus cosechas”, dijo.
La Jefatura Política de Espíndola desarrolló en días anteriores una reunión con distribuidores de combustibles de la localidad para tratar los inconvenientes presentados en la comercialización del producto y de paso verificar los permisos otorgados por el ARCH para el desarrollo de su actividad. Se desconoce los acuerdos.
Cristian Reyes, conductor de una ranchera, mencionó que esta semana han tenido inconvenientes para comprar combustible, ya que no hay; por ejemplo, trató de tanquear el miércoles 27 de enero y le indicaron que solo le podían vender 2 galones, porque ya no había.
“Con esa cantidad solo puedo llegar a mi casa, razón por la cual tuve que pedir a unos colegas me den comprando en Calvas para no paralizar mi actividad y lo mismo están haciendo los compañeros”, destacó.(I).(FJC).
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Propietarios de los automotores compran el combustible en Calvas o Gonzanamá.