En estos tiempos de crisis, tanto en lo relacionado con la pandemia cuanto por la crisis económica que comienza a mostrar su rosto cruel. Nos alegra que comiencen a evidenciarse de manera pública las voces de nuestros pastores sobre este tema.
Les presentamos un resumen de las reflexiones de Monseñor Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, sobre el tema “La economía ya no es humana, es del mercado, y el mercado no tiene corazón”.
“La Economía de Francisco y Clara es una llamada del Papa Francisco a repensar el sistema económico actual, a cambiar la economía actual y a dar un alma a la economía del mañana. Esto tiene repercusiones en todos los rincones del Planeta, también en la Amazonía.
Estamos ante una economía de muerte, según Eduardo Brasileiro, que presentó la economía de Francisco y Clara como «un vínculo entre instituciones, que conecta puntos de lucha, de resistencia, de alternativas para este mundo». Según el sociólogo, existe «la necesidad de buscar, de integrar todo lo que se propone en los diferentes ámbitos, en las prácticas, la necesidad de buscar lugares de inspiración”. Estamos ante la oportunidad de buscar nuevos modelos de economía, de educación, de búsqueda de tierra, techo y trabajo, realizados desde una perspectiva integral.
Según Brasileiro, Asís debe ser entendido «como un lugar que muestra que podemos corregir los caminos que estamos tomando», y Francisco y Clara deben ser vistos «como un ejemplo de fraternidad que supera la economía de la desigualdad y la injusticia». Al llevar la economía de Francisco y Clara a la Amazonía, Eduardo, que forma parte de la Articulación Brasileña, insiste en hacerlo «a partir de los pueblos, la ciudadanía y la florestanía». Propone un cambio de lógica, «una lógica de la economía solidaria frente a la lógica del mercado, del capital financiero», dando algunos ejemplos que demuestran que esto es posible.
Esto nos tiene que llevar a superar la necropolítica y asumir una política que cambie la sociabilidad, para asumir el modelo de distribución del que habla el Papa Francisco, que hoy está marcado por la desigualdad que perjudica a la madre Tierra y a los más pobres. También se nos desafía a asumir que somos interdependientes y terradependientes. Eduardo también reflexionó sobre la espiritualidad económica, sobre una economía centrada en la vida, afirmando que «la economía tiene que empezar en el reparto del pan».
Monseñor Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, comenzó afirmando la necesidad de «recuperar la economía de los pueblos originarios, que no es de lucro sino de relación, porque es compartir, es cuidar”. El reto es una economía al servicio de todos, «una economía que tiene que ver con la fraternidad». Según el Arzobispo de Manaus, «vivimos hoy una injusticia económica, la desestructuración de las relaciones por causa de la economía», afirmando que nos encontramos en una «verdadera desfraternidad».