Una de las personas que se han convertido en testimonio en medio de las crisis que vivimos toda la humanidad, es José Mujica, más conocido como “Pepe” Mujica.
En las últimas semanas, Pepe Mujica, nuevamente se ha convertido en noticia de actualidad: la propuesta al Nobel de la Paz y su operación de urgencia que tuvo buenos resultados y está en plena recuperación.
Nació el 20 de mayo de 1935, en Montevideo. Sus padres fueron Demetrio Mujica Terra y Lucy Cordano Giorello. Su esposa Lucía Topolansky.
Cursó estudios primarios y secundarios en la escuela y liceo público del barrio donde nació. Ingresó a preparatorios de Derecho en el Instituto Alfredo Vásquez Acevedo, ciclo que no llegó a terminar.
Fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, estuvo por ello 12 años en la cárcel. Luego, perteneció al Frente Amplio, donde cumplió funciones de: diputado; senador; ministro de ganadería, agricultura y pesca; y, presidente de la República Oriental del Uruguay.
Respecto al poder, tiene una frase muy reveladora: “el poder no cambia a las personas, sólo revela quienes verdaderamente son. Tan pronto como los políticos empiezan a subir la escalera, de repente se convierten en reyes. No sé cómo funciona, pero lo que sí sé es que las repúblicas vinieron al mundo para asegurarse de que nadie es más que nadie. Pareciera que es necesario un palacio, alfombra roja, un montón de gente detrás de ti diciendo: Sí, señor. Creo que todo eso es terrible”.
Pepe Mujica junto con su esposa Lucía Topolansky, viven en una chacra en la zona de Rincón del Cerro desde décadas atrás en condiciones realmente muy modestas (unos 45 metros cuadrados construidos) y en las que se dedicaron al cultivo de flores para ganarse la vida. Tras asumir como presidente de la República, decidieron permanecer en su domicilio y viaja siempre en segunda clase en sus traslados oficiales. A más de su propiedad rural, tiene un Volkswagen modelo 1987 valorado en 1800 dólares.
Les ofrecemos una frase que resumen la manera de pensar y de vivir de Pepe Mujica:
“No soy pobre porque tengo tiempo para hacer lo que me gusta. Vivo muy sencillo para no tener ataduras materiales, mi definición de pobreza es: pobre es aquel que por tener mucho no le alcanza para nada. Yo quiero tiempo para vivir, no le quiero imponer a nadie mi forma de vivir, la sencillez y la sobriedad es mi comodidad. Tengo 80 años y no me voy a llevar plata en el cajón. Quiero compartir con la gente amiga, que me parece una cosa maravillosa y me hace feliz. La felicidad es algo que hay que pelear, esta es la única vida que tenemos y me parece que felicidad y libertad individual es tener el mayor tiempo libre para gastarlo en las cosas que a uno le gustan. Hay que trabajar, pero hay que tener tiempo para vivir.”