El 28 de octubre conmemoramos un aniversario del nacimiento de Simón Rodríguez, el precursor de lo que hoy denominamos educación liberadora. Se preguntarán el porqué de tal afirmación. Les presentamos las siguientes reflexiones:
Simón Rodríguez aparece en una época histórica de quiebre ideológico de la historia de la humanidad, pues el iluminismo es el camino del conocimiento de las cosas por medio de la razón.
Otro aporte fue, imaginar una sociedad con pensamiento propio, por ello afirma “Simón Bolívar consiguió la independencia política, nos falta conseguir la independencia cultural”.
Simón Rodríguez es capaz de sistematizar los aportes de varios pensadores americanos del siglo XVIII: Pedro Vicente Maldonado, geógrafo y matemático; Eugenio Espejo, médico y revolucionario; Juan de
Velasco, historiador; por citar los que nacieron en lo que hoy es Ecuador. Francisco José de Caldas, naturalista; Antonio Nariño, revolucionario, en lo que hoy es Colombia; Clavijero, en México, que escribió la primera historia del Virreinato de la Nueva España. Andrés Bello y Faustino Sarmiento. A ellos agrega las experiencias que vivió en varios países de Europa y luego en Rusia.
Fue un pensador cosmopolita, un maestro del siglo XIX. En una escuela de Latacunga, le propone al rector: “Más nos importa entender a un indio, que a Ovidio (o a Virgilio), porque en lugar de letrados, debemos educar ciudadanos que se entiendan entre ellos y que compartan una causa común: la causa social”.
Al volver de Europa sus ideas serán mucho más radicales: “los niños y las niñas deben asistir a la misma escuela; pardos, mulatos, indios deben educarse”. “Dénseme los muchachos pobres, para darles ideas sociales”.
Simón Rodríguez anduvo errante por América casi un cuarto de siglo. América y la causa social se convirtieron para él en una misma cosa, una sola cosa con dos partes: las realidades de esta América, y las ideas del siglo.
Sus ideas sociales se proyectan sobre esta realidad, para cambiarla, de tres maneras:
- Es imprescindible la educación popular para difundir las ideas sociales. Contra la sociedad de castas en la que se encontró, don Simón trató de crear una escuela popular, para que los niños no repitan lo que hicieron sus padres, sino para que formen una sociedad distinta, una sociedad de semejantes.
- Son necesarios los oficios útiles, el desarrollo de las industrias y el derecho de propiedad. En oposición a una sociedad ociosa, por un lado, y explotada, por otro, don Simón es un defensor del trabajo como un bien social, no como una renta, para los pocos, y como una condena, para los muchos. Los ociosos tienen que aprender a trabajar en cosas necesarias, para que trabajen junto a los que no han sido ni son ociosos.
- “Los Americanos deben unirse, para ayudarse y para defenderse del enemigo común. Solos y en guerra perpetua, no harán más que destruirse entre sí. ¡¡¡Paz y atención!!! ¡americanos! ¡sean amigas (las repúblicas americanas) si quieren ser libres!”