Quiera Diosito que sea otra mentira más.

César Correa

Tenía otros temas para el artículo de este lunes, por ejemplo, quería referirme al hecho de que en Pózul, parroquia del cantón Celica, impera la ley de la selva desde hace medio año; no hay autoridades, no hay policía, no hay leyes, la mayor parte de la población sufre el peso de la desprotección y la indefensión, como si nada se producen desalojos por parte de civiles, secuestros de bienes, ventas ilegales de las tierras de la Comuna, desconocimiento de lo que resuelve la Asamblea, con unos cuantos heridos hasta ahora, pero con el peligro inminente de que se produzcan homicidios. Los que tienen dinero demandan penalmente a los que carecen de recursos para defenderse y de esa manera los afectados han tenido que aguantar inermes los atropellos, quien sabe hasta cuándo.

También quería explicar lo ocurrido a nivel provincial dentro de la Revolución Ciudadana que desbarató la fórmula inicial de una alianza con la ID, con Gabriel García para alcalde y Juan Carlos Torres para prefecto y dio lugar a otra propuesta, con Max Iñiguez a la Prefectura y Juan Carlos Torres a la Alcaldía del cantón Loja.

Un tercer gusano, un tanto más débil, me incitaba a escribir sobre el Gabinete Binacional a reunirse en Loja el 29 de los corrientes y la visita a nuestra ciudad del presidente peruano Pedro Castillo.

Ya no quería volver esta semana sobre la movilidad terrestre entre Loja y Catamayo, pero me alarmó profundamente el anuncio oficial de que el 28 vendrá Guillermo Lasso, a comprometerse públicamente a contratar la ampliación de la actual carretera a 4 carriles, lo que constituye un despropósito de grandes magnitudes, que nos ocasionará pérdidas por centenares de millones de dólares, conforme he demostrado en varios artículos y reportajes anteriores. A los inconvenientes que ya he descrito antes, debo agregar que mientras se hace la ampliación a 4 carriles el tránsito se interrumpirá todos los días, por un lapso de por lo menos 3 años y que se deberá demoler centenares de casas que se hallan en los bordes de la avenida Isidro Ayora…

No han servido de nada todos los argumentos técnicos que se han publicado acerca de la conveniencia de construir los túneles y el gobierno insensible dice que pondrá 70 millones de dólares para contratar la ampliación a 4 carriles. Al no quedar poder humano que nos salve de tan ruinosa decisión lo único que me queda es rogarle a Dios con profunda fe que ese  anuncio sea otra  mentira más de Lasso, una mentira que se la agradeceríamos eternamente.