Tocando fondo

Efrén Sarango Palacios

Esta patria ya no aguanta

tanto robo descarado,

por los sapos perpetrados

y que a diario se agiganta.

Salta pus por todo lado,

esta patria da vergüenza

es traición, en cruel ofensa

… qué relajo! ¡Qué salados!

Se nos llevan por cartones,

medicinas, mascarillas,

y otras tantas maravillas

los finísimos ladrones.

¡Si señor! Son mañositos

muy afectos al billete,

muy amigos del trinquete

y lustrosos dolaritos.

Causa pena, causa espanto

constatar tanto atropello,

y que tienen el gran sello

de un grupito sacrosanto.

Se nos roban la esperanza,

los insumos, el dinero,

se levanta el avispero

y la fe ya no me alcanza.

Lo chistoso de este tema

es que asoman angelitos

porque algunos juececitos

los liberan, pero en quema.

Más demoran en llevarlos

detenidos a la audiencia

luego salen en presencia

¡de los medios … a cuerearlos!

Roba el viejo y el chiquillo,

roba el gordo, roba el flaco,

todos ellos son bellacos,

todos ellos son muy pillos.

Roba el grande y el pequeño,

roba el blanco roba el negro,

roba el hijo, roba el suegro

roba el serio y el risueño.

Se reparten hospitales,

se reparten direcciones,

¡Qué muchachos lambiscones!

que nos causan tantos males.

¡Ayayay qué jodería!

la pandemia queda corta,

queda nula, queda absorta,

ante tanta pillería.