Efrén Sarango Palacios
Con la fe motivadora
empezamos año nuevo,
mis anhelos siempre llevo
a la luz de nueva aurora.
Bienestar a toda hora
para amigos y parientes,
quiero verlos muy sonrientes,
bien comidos, con trabajo,
ascendiendo desde abajo
con honor resplandeciente.
La salud y la fortuna
esperemos que nos guarden,
sencillitos, sin alarde
bajo el manto de la luna.
Que se acaben las hambrunas
las matanzas entre hermanos,
seamos buenos ciudadanos
respetuosos de las normas
y los cambios y reformas
aceptemos muy ufanos.
Que la paz entre naciones
venga pronto, es el deseo,
es la meta, es el trofeo
que nos mueve en emociones.
Que se acaben las presiones
de los pueblos poderosos,
bien armados, belicosos
sobre aquellos territorios
tan pequeños e irrisorios
que resisten valerosos.
Que se acabe el sicariato
que nos tiene nerviolines
y empuñemos los violines
con sus notas de arrebato.
Que se acabe el desacato
a las leyes: y los jueces
no nos causen más reveses
con sus fallos cantinflescos;
inclusive, cojudescos
contra algunos gordos peces.
Que vivamos muchos años
con salud por, sobre todo,
que busquemos formas, modos
para el bien, no para el daño.
Que ascendamos los peldaños
de vivencia solidaria
y las poses incendiarias,
los instintos enfermizos
los echemos por el piso
y otras formas lapidarias.