Presenten propuestas

Juan Luna Rengel

Estamos en un proceso electoral atípico, por el corto tiempo para realizarse, de apenas treinta días, dejando atrás los clásicos cuarenta y cinco días que determina la ley o los otrora largos meses de un proselitismo que agotaba a los electores. 

Conforme a la ley, seguros estamos que cada uno de los candidatos, a las diferentes dignidades a nivel provincial, gobiernos cantonales y parroquiales, cumplieron con los requisitos legales y por ello desde el CNE, fueron calificados como aptos para terciar en estas elecciones en las que, no hay mayor novedad, peor innovación en la forma de ser y hacer proselitismo.

La televisión, la radio, la prensa escrita, los medios digitales se han convertido en receptores, pues reciben su paga por publicitar el nombre del candidato y su movimiento, lo que les convierte en meros transmisores de mensajes enmarcados en el marketing político, pues, desde hace tiempo, los políticos se venden, como vender una prenda de vestir o un producto alimenticio, es decir, lo decorativo y no la esencia de su propuesta.

Precisamente, entre la gama de requisitos, está que cada candidato a Prefecto, Alcalde, Vocales de las Juntas Parroquiales, auspiciados por un partido o movimiento presenten su plan de trabajo ejecutable en cuatro años, para el que son designados. Debe estar alejado de la politiquería y las ofertas demagógicas que ilusionan, engañan y que en el correr de la administración de los electos, se convierten en falacias, vil mentiras que degeneran el principio de la política como ciencia de hacer el bien.

Precisa, entonces, que, distanciados del mercadeo de ofertas, los candidatos y candidatas, a más de la propaganda, presenten en sus mítines las propuestas calificadas por el organismo rector, las desglosen y en sus discursos responda a preguntas básicas: ¿qué va a hacer?, ¿cómo lo va a hacer?, ¿para qué lo hace?, y, ¿con qué recursos y en qué tiempo va a realizar? Si el candidato no presenta las propuestas calificadas, los ciudadanos estamos en la obligación de exigirles un desglose real de su plan de trabajo y los más llamados son los medios de comunicación que cuentan con el recurso humano, técnico y profesional para dar el seguimiento respectivo al candidato.

Junto a la propuesta precisa conocer y valorar el perfil del candidato. Y el mejor perfil que podemos exigir, no es tanto su título profesional, sino justipreciar su calidad humana, el don de gentes, querencia y sentido de pertenencia a la comunidad, su experticia en la gestión, administración y liderazgo cuyos resultados sean probados y expuestos a la opinión pública. Debe sumar un conjunto de valores como la identidad, coherencia, honestidad, responsabilidad, acogida y disponibilidad para servir y no para servirse o ser servido. El bien común debe ser el fin último del perfil del candidato y su plan de trabajo.

A escasas dos semanas de proselitismo, como ciudadanos responsables con nuestros pueblos y con nuestra patria, como personas que hemos nacido, vivido y emprendido en nuestros territorios exijamos y defendamos propuestas, tesis de trabajo viables y realizables que proyecten a las próximas generaciones, pues, los actuales solamente somos encargados de lo que pertenece a nuestros hijos.

Anhelo que el proceso de campaña electoral y los resultados de elección fortalezcan nuestra democracia y que el espíritu de alegría, solidaridad y paz no sea interferido por la maledicencia del discurso demagógico y pernicioso.