Importancia de la producción agroecológica en Ecuador

Freddy Rommel Coronel Álvarez

La importancia de la producción agroecológica es que esta actividad humana permite la sostenibilidad de los agroecosistemas y comprende los componentes ecológico, social, productivo, cultural y la protección de la seguridad alimentaria con producción saludable. Existen muchos ensayos e investigaciones que han permitido algunas propuestas y proyectos que han sido ya aplicadas para la construcción de políticas ambientalistas que, al ponerse en práctica en los sistemas productivos saludables en algunos países que se alinean a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con buenas prácticas agropecuarias a través de la agroecológica en los sistemas productivos, trabajan de manera articulada para conservar un planeta verde y garantizar la seguridad alimentaria con productos saludables.

En mi sencillo concepto, considero que los principales impactos positivos son los ambientales, sociales, productivos y alimentarios; por ello hay que trabajar en la formulación de proyectos cuya ejecución repercuta en la conservación y recuperación de microcuencas mediante la reforestación programada, de manera técnica, para la conservación de bosques con especies nativas.

La aplicación correcta de esta ciencia permite la conservación y abastecimiento de agua suficiente para el consumo humano y para el riego en sistemas de subsistencia, protección de corredores ribereños existentes en la zona de influencia agropecuaria, desarrollada de esta manera para fortalecer los cultivos saludables; esto es preciso hacerlo mediante prácticas de cosecha y almacenamiento de agua en un suelo enriquecido con materia orgánica los varios tipos de cobertura vegetal.

Otro gran aporte de la agroecología es el permanente mejoramiento de la calidad del agua (evitando así la disminución de niveles de sedimentación y contaminación), posible gracias a la instalación de sistemas de descontaminación de carácter artesanal.

Así mismo, la agroecología permite la conservación, mejoramiento y restauración de suelos degradados mediante la reducción de la erosión con varios sistemas de conservación ambiental.

Finalmente, permite la recuperación y conservación de semillas criollas tradicionales mediante prácticas de conservación y mejoramiento de la producción saludable, fortaleciendo las capacidades locales con modelos de gestión productiva, lo cual permite el empoderamiento y arraigo por la tierra y reconoce este proceso para fortalecer la cultura de cultivos saludables.

Es de relevancia resaltar que últimamente miles de campesinos, en cuyo grupo me incluyo, y no importa emprender solos o apoyados por organismos internacionales algunas ONG, universidades, centros de investigación y otras estructuras productivas; venimos promoviendo y ejecutando proyectos de carácter sostenibles dentro de una economía circular difundiendo nueva alternativas agroecológicas, entre los más importantes destacamos policultivos, rotación de cultivos e integración de animales y sistemas agroforestales, que simultáneamente producen abonos orgánicos que incrementan la producción saludable y la conservación de recursos naturales en una lucha frontal contra el cambio climático. Bajo ese horizonte sostenible se aplican varias tecnologías agroecológicas promovidas por nosotros, por ejemplo, el aprovechando de los abonos, como el caprino, para mejorar cada día los rendimientos agrícolas.

Por ello, hacemos un llamado para fortalecer la producción agroecológica mediante convenios con BanEcuador para apoyar a los pequeños agricultores, que constituyen la mayoría de la población rural pobre y que necesita el apoyo gubernamental con créditos oportunos a largo plazo con periodos de gracia e interés bajo, permitiéndonos insertarnos a través de la agroecología en la reactivación económica postpandemia.

En ese sentido, considero muy prudente y oportuno que el Gobierno Nacional del Presidente Guillermo Lasso, con todas las buenas intenciones con el cambio climático, debe adaptar —inteligente y gradualmente— las mejores prácticas ambientales aplicando herramientas necesarias para una inmediata gestión verde; con una estrategia transparente de rendición de cuentas durante cada proyecto (en lo fiscal y privado).

Recomendamos empezar con la planificación global de largo y mediano plazo alineada con los desafíos mundiales garantizando la entrega de la certificación de agricultura orgánica, no solo para obtener cero carbonos a favor del clima, sino permitir entrar en un mercado que no ha sido explotado como es alimentar con productos sanos. Para fortalecer pequeños emprendimientos es necesario el apoyo no reembolsable o créditos a largo plazo con periodos de gracia prudentes y bajo interés; solo así podemos ser parte de la reactivación económica de lo contrario nos quedamos solo en palabras, vamos a los hechos con acciones oportunas.

En términos generales hay que propiciar proyectos sostenibles acordes con el requerimiento para la seguridad alimentaria, en este contexto, todos los gobiernos deben planificar y apoyar proyectos productivos sostenibles, monitoreando, evaluando —resultados e impacto de esta inversión— (que no es gasto como algunos piensan) y retroalimentando el proceso presupuestario financiero; esto con el uso de herramientas oportunas para mejorar la agricultura con buenas prácticas sostenibles y enfrentar organizadamente al cambio climático.

Por lo tanto, en consecuencia de la gran importancia de la producción agroecológica, se recomienda desarrollar proyectos sostenibles en todo el Ecuador, empezando por Loja, especialmente en nuestro cantón Zapotillo que contamos con 8.000 hectáreas bajo riego. Para lograrlo hay que hacerlo con la activa participación del Estado, la empresa privada y los pequeños productores agroecológicos o verdes —que actualmente no cuentan con financiamiento para sus proyectos— para que exista una contribución y consolidación de los sistemas productivos verdes para enfrentar los grandes desafíos del clima y de la biodiversidad, ayudando con la transición hacia una economía con cero emisiones netas de carbono que sea menos costosa y sostenible en el tiempo.(I).