Luis Antonio Quizhpe
Como epílogo de la revuelta del paro nacional de octubre de 2019, contra el gobierno de Lenin Moreno, salió el libro “El estallido”de autoría de Leónidas Iza, Andrés Tapia y Andrés Madrid. El término es fuerte, sugestivo porque denota explosión, reventón, estruendo, que al fin excita a todos los sentidos. Decimos “y su combo” porque los tres juntos propinan una especie de trompada a su enemigo común: el “gobierno de derecha” como ellos llaman a todo régimen que nunca cuaja con sus intereses personales y de grupo. Ellos se autocalifican de revolucionarios, comunistas, pero al fin caen en un burdo populismo al manipular a las masas pobres con la ilusión de que ellos cambiarían la situación de miseria e injusticia en que viven.
Iza es un dirigente kichwa, dirigente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi, convertido en líder de las manifestaciones populares de octubre que terminó en la mesa de diálogo, pactando con Moreno para que concluya el mandato. El segundo (Andrés Tapia) es dirigente de comunicaciones de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, dedicado a temas ambientales y de la biodiversidad en los territoritos. Y el último (Andrés Madrid) es docente de teoría política en la Escuela de Sociología de la Universidad de Guayaquil. Este es el combo ideológico llamado de “izquierda” que combate a los gobiernos de “derecha”.
Pero yendo al libro, la primera parte se refiere a la “Inminencia. Antecedentes, acumulado y rupturas” donde hacen un análisis marxista de las crisis “de acumulación de capital en el Ecuador, las cuales han propiciado la precarización de la fuerza de trabajo, el crecimiento de la deuda externa, el intervencionismo estatal”, la economía basada en el extractivismo.
El segundo apartado: “Estremecimiento, voluntad, dificultad y antagonismo”, se refiere al estallido popular, al rol protagónico del movimiento indígena, los actores de la insurrección, el papel del Estado, el control del discurso mediático alineado con los empresarios y los relatos de los llamados medios alternativos o comunitarios. Nada dice de los muertos, del atentado a los pozos petroleros, de la toma de plantas de agua y de las antenas de comunicación o de la destrucción de los bienes materiales.
Y el último acápite: “Influjo.Aprendizajes, disputas y perspectivas”, discrimina la “izquierda” que ellos representan y la “izquierda institucional”, la que opta por la institucionalidad democrática y que por ahora forma parte del “bloque de poder”, pero con un proceso unitario se podría fortalecer y reorientar la “izquierda anticapitalista” mediante la unidad de la lucha y la acción. Para ellos “la lucha es el camino”, pura verborrea que data desde hace más de medio siglo.
En fin “El Estallido” es un texto subversivo, pero ilusorio y dogmático. No se puede esperar que la CONAIE y su combo “adicto” al populismo nos dé haciendo la “revolución”. El cambio vendría cuando todo mundo nos unamos por objetivos e ideales comunes que nos lleven hacia el bienestar de toda la población.