Por: Lcdo. Augusto Costa Zabaleta
Si todo lo que concierne a los ciudadanos del Estado (territorio, recursos, población) es político, como las actividades y acciones que realicen en dichas sociedades políticas o en otras como extranjeros, debería, en teoría, ser también político; ¿puede haber ámbitos dentro de la sociedad política que puedan quedar fuera de la legislación y del control del poder estatal? La frase »lo personal es político» incidencia en que no hay ámbito de la vida de las personas que no sea ajeno a lo político, pero en un sentido de control estatal sobre dichos ámbitos sino inverso, de abajo hacia arriba, como liberación supuesta de dicho control estatal, en un sentido individualista o colectivista.
Decir que lo personal es político es como decir que lo privado es público en el marco de la sociedad política; el feminismo radical consiste en la primacía privada y pública del varón sobre la mujer fue popularizada en el libro Lo personal es político en 1969 de la escritora feminista radical estadounidense Carol Hanisch; ella trató de refutar en su ensayo que el sexo y el trabajo doméstico fueron temas privados sin importancia política.
Ya Aristóteles (384- 322 A.C.), filósofo de la polis de Estagira, distinguió la esfera pública, la de la asamblea de la polis, de la doméstica en el oikos; lo privado es el ámbito en que lo público no debe entrar, pero que, al mismo tiempo, debe ser protegido por el Estado, y sólo intervendrá en el caso de que en el ámbito privado se esté cometiendo un delito y se tenga constancia de ello, a través de mecanismos estatales de conocimiento de la vida privada.
Lo cotidiano y lo privado se entretejen y se confunden con lo público en las reivindicaciones de los movimientos sociales, pero también en las asociaciones de consumidores, y se hacen de ello la reivindicación máxima.
La institucionalización de lo privado viene del siglo XIX, también a nivel legal; En 1844 el patriota y unificador de Italia Giuseppe Mazzini (1805 – 1872) pudo demostrar que leían su correspondencia personal; Mazzini denunció a correos de Londres, donde estaba exiliado, y consiguió acabar con la potestad del servicio postal londinense de abrir la correspondencia privada.
Mmención aparte merecería la posibilidad de invertir, mediante la afirmación que lo político es personal; aquí nos encontraríamos con algo más apegado a la cotidianidad de la vida política en diversas etapas históricas, pues se trataría de la acción de convertir toda cuestión política en una cuestión personal, de importancia vital para el sujeto; se trataría de un proceso inverso al anterior, que además podría conformar identidades políticas aún más sólidas y fuertes que aquellas basadas en hacer de lo personal político.
Lcdo. Augusto Costa Zabaleta
Ced. #: 1100310455