El autoempleado vs el emprendedor

Diego Lara León

La palabra emprendimiento es muy usada y muy abusada en estos últimos años, antes del boom del emprendimiento, la sociedad llamaba a este grupo de personas “microempresarios”.

El autoempleado nace de una crisis de empleo, de una aversión a los horarios, a ser empleado, nace de la necesidad de obtener ingresos inmediatos para solventar sus requerimientos elementales. El autoempleado busca una actividad no compleja, que requiere poca inversión, que no tenga mucho riesgo. Si ingresamos a una línea de negocio con poco riesgo, significa que es una línea de negocio donde muchos están, por lo tanto, la barrera de entrada es fuerte y no existirá un gran porcentaje del pastel para él, su participación en el mercado será pequeño y la oportunidad de crecimiento será reducida.

No vamos a satanizar al autoempleado, aporta mucho a la economía y sostiene a su familia. Sin embargo, las posibilidades de crecimiento y de desarrollo son muy escasas.

El emprendedor, por el contrario, no piensa inicialmente en el autoempleo, piensa solventar una necesidad del mercado de manera diferente o en crear una necesidad. El emprendedor sacrifica sus ingresos inmediatos a cambio de capitalizar y fortalecer el emprendimiento, el emprendedor aplica al riesgo, porque sabe que una línea de negocio con riesgo, le permite entrar a un mercado con potencial y con pocas barreras de entrada.

Luego de este análisis, no vamos a catalogar al autoempleado como malo y al emprendedor como bueno, esa no es la idea, ni tampoco el análisis correcto. Lo que puedo afirmar es que tanto las personas como las sociedades debemos pensar en crecer y en desarrollar nuestro entorno. En el sector productivo, eso se lo puede conseguir evolucionando, pasando de autoempleado a emprendedor y luego a empresario.

No confundamos ni abusemos de términos que por moda los usamos para todo. Respetemos y valoremos a aquel ser humano que decidió autoemplearse, a aquel que decidió emprender y generar empleo y valor agregado, todos son importantes.

En un juego de ajedrez desde el rey hasta el octavo peón son importantes, en ese mismo juego de ajedrez, triunfa el que hace el movimiento pensando el movimiento que viene después.

 @dflara