Todo al viento puede ser
con la magia de tus manos,
con la risa a flor de labios
que nos hace renacer.
Con la miel de tu existir
en las cuencas trasnochadas
de este piélago profano
el dolor es mi partir.
Todo aquello celestial
se mudó para las sombras
y entre ruidos infernales
se aproxima lo casual.
Es tal vez la inspiración
y otras formas materiales
las que claman la desdicha
que me hieren con pasión.
Eres viento sin dolor,
sin espacio ni lamentos
que se triza sin sentirlo
entre el fuego y el sopor.
Noche negra fantasmal
al final de mi camino
lastimado mis heridas
de manera angelical.
Rostros tristes a rabiar
por la dermis de la noche,
entre llantos y congoja
que nos hacen trepidar.
Vas y vienes sin mostrar
las aristas de tus bocas
mientras fundes en tu lecho
una almohada singular.
Todo al viento puede ser
con la magia de tus manos,
con la risa a flor de labios
que nos hace renacer.
Con la miel de tu existir
en las cuencas trasnochadas
de este piélago profano
el dolor es mi partir.