Dormir en jornada de clases

El tiempo para dormir en la jornada de clase debería ser permitido, ya que los jóvenes no tienen el tiempo para dormir lo suficiente en casa. Llegan al colegio cansados, con sueño y sin energía de realizar las actividades de clase.

Pero no solo los estudiantes llegan cansados al colegio, sino también los maestros que también se les exige quedarse largas horas en la institución. Esto trae consecuencias, por ejemplo, en Japón, ocurren alrededor de dos mil muertes al año relacionadas con el estrés laboral. Por eso se han implementado las siestas laborales para recargar las energías. De forma más específica, en Finlandia, las instituciones educativas han aceptado la necesidad del descanso y están equipadas con colchones en aulas, bibliotecas y salas, para que estudiantes y maestros descansen. En China, se ha establecido dormir como una asignatura obligatoria, incluso han inventado un curioso pupitre-cama. Una pequeña siesta, aporta bondades como reducción del estrés, de la presión arterial y previene posibles enfermedades cardiovasculares, además de aumentar la capacidad de aprendizaje de estudiantes y maestros.

En definitiva, una pequeña siesta entre clases, evitaría el estrés, aumentaría la energía y se obtendrían mejores resultados con respecto al comportamiento y a lo académico.

Autor: Joel Emiliano Becerra Aldeán