Violencia en la sombra, es hora de hacer valer nuestros derechos

Angye Gabriela Espinoza Vásquez

Mientras vemos que la pandemia de COVID-19, sigue en incremento y con ella la sombra de la violencia. Me resulta imposible creer que en el presente año, la presencia de una enfermedad llamada COVID–19, ha hecho cambiar mucho al ser humano, en su forma de actuar y pensar.

A nuestra vida ha llegado a darle un vuelco, la presencia de esta enfermedad, generando cambios, no solo en lo social, sino también, en lo económico, cultural, y en nuestro diario vivir.

Durante los últimos meses dentro de lo social me he podido percatar que el refugiarse en casa como medida de protección ha conllevado un peligro mortal, es el aumento de violencia tanto física y emocional.

Esta medida de aislamiento social se ha convertido en una oportunidad de convivencia armónica, dentro de los hogares, siempre y cuando prime el respeto y los valores de cada uno de los miembros de la familia; pero también ha permitido ver que esta medida, se convierte en un atentado contra los derechos de las personas, especialmente en aquellos hogares que ya desde hace atrás han sido víctimas de violencia.

Las estadísticas demuestran que durante la pandemia existen casos de violencia intrafamiliar, afectando mucho a las niñas, niños y adolescentes, que en vez de sentir en sus hogares un lugar de refugio, tranquilidad y respeto, encuentran en ella un lugar de angustia, miedo, temor, llevándoles a buscar la salida a esta situación, a través de suicidios, abandonar el hogar, etc.

Es hora de hacer valer nuestros derechos, no callemos ante las injusticias que se nos presentan, no más violencia, somos personas con los mismos derechos, necesitamos que nuestra voz sea escuchada.

Nuestro empeño, no debe consistir únicamente en sobrevivir al coronavirus. Debemos renacer de esta crisis con mujeres fuertes, llenas de valor, dispuestas a salir adelante, y enfrentar todos los obstáculos necesarios, para vivir plenamente.

Recordemos que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, y ante estos derechos tenemos deberes y obligaciones que cumplir, y una obligación de nuestros progenitores y/o cuidadores, es velar por que nuestros derechos se cumplan.

“Defiende tu vida, lucha por tu independencia, busca tu felicidad y aprende a quererte”. Lucha por lo que te hace feliz.