La aventura de Otto…

José Benigno Carrión M.

Tenemos la impresión que nuestro vicepresidente – Otto – nos tenía reservada una sorpresa que para no pocos se la venía preparando con anterioridad… Su desempeño, en las complejas y difíciles tareas que le correspondieron como vicepresidente, en buena parte, han sido satisfactorias y bien pueden constituir un aval para su candidatura. Empero, tendrá que soportar las severas críticas que todo gobierno debe afrontar cuando se disponga a rendir cuentas de tan delicado encargo. Otto, si retorna al cuadrilátero, tendrá que sortear los consabidos problemas. La herencia política, no se puede negar, constituye una dura carga. Si bien el gobierno puede ofrecerle una ayuda inmediata a su colaborador de ayer, que no sería nada novedoso, no le vendría mal.

Como afirma el pueblo: todo trigo es limosna, si bien aquello conlleva toda la virulencia de la oposición… Sin embargo, hay que esperar. Las cosas no son tan fáciles. Por lo pronto tendrá que afrontar dos grandes problemas: La pandemia de la covid-19 y los escándalos de la corrupción que tienen al pueblo desconcertado… En una campaña política las denuncias sobre robos, atracos y corruptelas en ciertas instituciones, como la del IESS, estarán a la orden del día, aquello constituye una olla de grillos. La situación que se viene es de diagnóstico reservado. Por su parte los socialcristianos afrontan un vacío con la ausencia de Jaime Nebot en la lid electoral. ¿Quién le reemplazará? nos preguntamos… Por su parte, Guillermo Lasso, tendrá una situación privilegiada en la costa. ¿Habrá la presencia de las damas? Surgirán otros candidatos para dar colorido al escenario político. Falta esperar el destape de ambiciones y pretensiones electorales que son de diagnóstico reservado. No sabemos que nos depare el destino. Pero hay que dar curso a la imaginación. Mientras tanto, Otto, prepara su aventura electoral. Por lo pronto vale preguntarse ¿Quién será el nuevo vicepresidente?