
El 2 de noviembre de cada año marca un día peculiar en la cultura hispana, debido a la tradición de recordar y visitar a los seres queridos que han dejado de existir.
En la ciudad de Loja, el 28 de octubre, el COE Cantonal decidió inhabilitar las visitas a los cementerios públicos y privados, desde el 30 de octubre hasta el 03 de noviembre del año en curso, para evitar el contagio y propagación del coronavirus.
Ante esta realidad, María Gaona, propietaria de una floristería ubicada en el ingreso del “Parque de los Recuerdos”, al sur de la ciudad, manifestó que ella nunca ha visto un 2 de noviembre tan diferente al de este año, ya que comúnmente en esta época los cementerios eran muy transcurridos durante todo el día y ahora se los ve vacíos, envueltos en un silencio profundo.

Por otra parte, ella expresó que se preparó adquiriendo anticipadamente la mercadería para venderla en esta fecha, por lo que para ella, el aviso de cerrar los cementerios fue dado tardíamente por el COE cantonal. Pero afirmó que ante el latente riesgo de contagio hay que considerar la medida adoptada, por la salud de todas las personas.
La tradición de celebrar el día de los difuntos siempre se acompaña con la elaboración de las guaguas de pan y la práctica de rituales religiosos que rinden culto a las almas de quienes han partido, para que puedan descansar en paz.
Es así que debido a la pandemia las personas recordaron a sus seres queridos desde casa, de diferente forma, por ejemplo, Karen Aguilar difundió en su red social una foto de su madre que falleció a causa del coronavirus meses atrás. Muchas personas subieron en sus estados frases y fotografías en honor a sus seres queridos. (I).