Los próceres de la Independencia de Loja (3)

NICOLÁS GARCÍA: considerado, junto a Ramón Pinto, uno de los principales líderes del grupo lojano que organiza y declara la independencia de Loja: presente en prácticamente todos los acontecimientos de noviembre de 1820, a pesar de su vinculación con el grupo aristocrático local. Desgraciadamente, como sucede con otros próceres que se menciona en esta entrega, conocemos muy poco sobre sus antecedentes. A no ser que el nombre de Nicolás García consta, curiosamente, entre los firmantes de las actas que, primero niegan el apoyo solicitado por el movimiento independentista de Cuenca (21 de noviembre 1820) y se declaran leales a la monarquía española, pero luego, el 17 de febrero de 1822, suscriben el acta de independencia de Loja, o de adhesión al movimiento libertario de América del Sur que dirige Bolívar.

JOSÉ PICOITA: de profesión sastre, presente en los actos más importantes del noviembre de 1820, junto a Pinto y a los Peña, y a otros compañeros artesanos como “Toribio de tal”, “alfombrero”, citado por Anda Aguirre (Revista Municipio e Loja, de 1981). El Pito Picoita es perseguido por su importante actuación como impulsor del movimiento independentista. En su memoria, una calle de la ciudad lleva su nombre y en Celica, una escuela, la “Prócer Picoita”.

JOSE MARÍA PEÑA: hombre instruido, maneja bien la oratoria. En la memorable Asamblea Pública del 20 de noviembre de 1820, cuando se debaten las dos tesis: de fidelidad al orden monárquico establecido, o la Independencia, defiende ésta última con altivez y elocuencia: contra la tesis realista sostenida por Pío de Valdivieso y el vicario Miguel Ignacio Valdivieso, de respetar y mantener el Título de “Muy noble y muy leal ciudad de Loja”, que consta en el escudo de Loja, sugiere que sea reemplazado por el de “Loja fiel a los libres” (“Fidelis Loxa Liberis”); proclama que al día siguiente flamea en la plaza mayor de la ciudad (hoy parque central) enarbolada por un significativo grupo de ciudadanos. Su nombre consta en la orden de persecución y arresto, emitida el primero de enero de 1821. Orden que, en buena hora, parece que no pudo ser cumplida por diferentes causas, principalmente porque los acusados pudieron salir de la ciudad de Loja y esconderse en sitios seguros.

MANUEL ZAMBRANO: en todos los textos de historia se lo menciona entre los principales protagonistas del gesto de la independencia de Loja, pero se desconoce sobre su participación y elementales datos de su biografía.

SEGUNDO CUEVA: maestro de escuela, con seguridad unidocente y de un barrio de la parroquia de indios de San Sebastián de ese entonces. Fue uno de los más entusiastas animadores del acto mismo de proclamación de la independencia del 18 de noviembre de 1820 y sostenedor de la misma en las asambleas populares de los siguientes días. A todos esos eventos acudió con todos los alumnos de su escuela (desconocemos el nombre), quienes, preparados y animados por su profesor, nunca dejaron de acompañar las manifestaciones populares con consignas y gritos de apoyo a los líderes de la independencia. Lo que valió duras críticas de las autoridades oficiales y varios criollos realistas como el Dr. José María Lequerica.