José Bolívar Castillo Vivanco
El Maestro en Lojanidades Dr. Máximo Agustín Rodríguez Jaramillo, con indudable sorna y sentido del humor, les califico a los dos ríos que cruzan la ciudad de Sur a Norte como “Juguetones riachuelos”, es que en realidad eran sumamente traviesos y año por año le infringían gravísimos problemas a la ciudad, que lo único que se le ocurrió en el afán de alimentar la codicia urbanizadora que en la línea de la protección de su cauce fue embaularlos y convertirlos en una especie de cloaca a su paso por el centro histórico.
Se gastó ingentes recursos en construir esos muros de hormigón ciclópeo con cimentaciones casi superficiales y en la construcción de 26 puentes sobre los “dos juguetones” y tres sobre el río Jipiro. Conforme avanzaban las obras de alcantarillado, primero mixto y después clasificado en pluvial y sanitario, los ríos se fueron convirtiendo en inmundas y malolientes cloacas.
Como parte del “Plan Loja Siglo XXI”, ya en la década del 90, se hicieron los estudios del Plan Maestro de Alcantarillado y el Plan Maestro de Agua Potable. El PM Alcantarillado: comprendía la construcción de colectores marginales del alcantarillado sanitario, a lado y lado de los cauces, con los respectivos aliviaderos para las lluvias torrenciales, Esta obra, que se pudo concluir en 1998, que descontaminó los ríos, significó también abandonar para siempre el modelo de embaulado de los ríos y respetar los retiros legales para poder mantener y proteger sus márgenes naturales.
La ilegal extracción de materiales de los cauces superiores e inferiores significó su profundización a tal punto que los ríos fluían ya por debajo de las zapatas de cimentación de los muros y los puentes. No faltaron “expertos“ que aconsejaban construir nuevos muros y nuevos puentes. El Municipio de Loja con gran sentido innovador y de reciclaje sistemático de recursos, elaboró dos proyectos que han permitidos ahorrar más de cien millones de dólares: el uno elevar el nivel de escurrimiento de los ríos construyendo pequeños diques aguas debajo de cada puente para que al aglomerarse el material arrastrado por las crecientes suba el nivel de flujo. Además, se recicló dólmenes pesados extraídos de la repavimentación. El otro proyecto de vital importancia consistió en la construcción de los parques lineales con senderos o ciclovías que incluían, aguas arriba del Malacatos y el Zamora el levantamiento de represas con compuerta y aliviadero, que tenían y deben seguir teniendo tres objetivos: a)detener o disminuir el peligroso arrastre de las crecientes, b) recuperar materiales áridos para la obra municipal, y c) convertirse las respectivas lagunas en un elemento paisajístico y recreacional. Como es obvio estas obras requieren mantenimiento que no es posible darlo ya cuando las lluvias arrecian sino de manera permanente y oportuna.
Otra obra básica es el mantenimiento de las siete captaciones del sistema de Agua Potable, reforestación y pequeñas represas aguas arriba para también detener arrastres de crecientes que tapan y hasta destruyen las captaciones y conducciones. Pero muy bien sabemos que tienen otras preocupaciones y ocupaciones.