El 90% de las empresas en el mundo nacen como empresas familiares y se mantienen así por generaciones. En el Ecuador la realidad es similar, 9 de cada 10 emprendimientos que inician actividades son producto de sueños y decisiones en el seno de una familia; y, son los miembros del hogar quienes con visión, esfuerzo e ilusión operan y hacen crecer el proyecto empresarial en los primeros años.
Una de las claves de la sostenibilidad de los emprendimientos en las primeras etapas de vida es la disciplina. Es complejo entender que el dinero que ingresa al emprendimiento familiar no es dinero de la familia, es dinero de la empresa, que los activos de la empresa no son activos de la familia, que los problemas de la casa no se los puede trasladar al negocio.
Al inicio de actividades, los emprendedores familiares que más tarde se llamarán accionistas, cumplen multiplicidad de tareas, son gerentes, ayudantes, vendedores, y operarios. Estas actividades operativas con el pasar del tiempo y el crecimiento de los emprendimientos deberán ser trasladadas a personal calificado, no siempre a miembros de la misma familia. Esto se debe hacer para que el emprendedor tenga el tiempo suficiente para dedicarse a visualizar el futuro, abrir mercados, generar competitividad, conseguir alianzas y financiamiento.
Es muy común que las empresas familiares no tengan problemas de gobernabilidad mientras las primeras generaciones de emprendedores estén a la cabeza. Los hermanos emprendedores suelen llevarse bien, comparten un mismo sueño, los esposos luchan mano a mano y están de acuerdo en las decisiones empresariales.
Con el paso inexorable del tiempo llega el momento que la segunda generación (los hijos y los sobrinos) asuman el control de la empresa y la primera generación pase a la asesoría. Esto sucede aproximadamente 30 o 40 años después de iniciado el emprendimiento, Esta segunda generación viene en promedio mucho más preparada, se formaron para administrar el negocio familiar, vienen con una visión amplia, con contactos, con parámetros científicos, aplican estándares, innovación y buscan consolidar el desarrollo empresarial. Esta segunda generación vivió las carencias del inicio y saben del esfuerzo que representa ser empresario.
Según estudios de diferentes organismos en todo el mundo, al llegar los emprendimientos a la tercera generación, el problema de gobernabilidad se acrecienta, más del 70% de los nietos de los fundadores de las empresas familiares no quieren participar del negocio familiar, sus intereses son otros, esto trae consigo una crisis de gobernanza en las empresas.
Para que una empresa familiar no pierda una adecuada administración y que las decisiones sean siempre enmarcadas en la estabilidad, la competitividad y el crecimiento, se debe, una vez alcanzado un tamaño, trasladar la administración a personas expertas en el negocio y ajenas al núcleo familiar. Se debe constituir grupos empresariales, holdings y otras figuras jurídicas para que los fundadores o su descendencia ocupen los cargos de presidencia y vicepresidencias, nunca deberán perder el control, siempre visualizar el futuro, ejercerán influencia y decidirán nuevas inversiones, pero la parte ejecutiva y sobre todo la parte operativa debe ser entregada a expertos. Además, es sano nombrar en los directorios a uno o varios directores externos que sin apasionamientos o sesgos familiares sugieran y propongan acciones que fortalezcan a estos grupos empresariales, que, a ese momento, generalmente han logrado diversificación vertical y horizontal.
En nuestra querida provincia de Loja, tenemos varios emprendimientos familiares que han cumplido 100 años, otros 50 años y muchos han pasado el umbral de los 30 años. Ya tenemos empresas que son administradas por las segundas y otras por las terceras generaciones.
Si decimos que Loja es una tierra de oportunidades donde el crecimiento industrial es bajo, la manera de hacerlo más dinámico no es solo generando nuevos emprendimientos, también debemos fortalecer y consolidar los existentes. La capacidad de resiliencia es importante, la especialización es primordial, el ceder tareas, compartir responsabilidades y saber cumplir ciclos es fundamental.
@dflara