El costo del dinero

Toda actividad humana generalmente busca provocar un beneficio. Cuando una persona vende su fuerza laboral, espera a cambio un salario que le permita cubrir las necesidades básicas de su familia y de ser posible mejorar su calidad de vida. Cuando un empresario invierte en una actividad productiva, espera generar una utilidad y también mantener y acrecentar fuentes de empleo. Cuando el Estado invierte en salud (por ejemplo) pretende que el pueblo esté sano. En otras palabras, todo aquello que invertimos en una actividad (sea dinero, tiempo, conocimiento) esperamos genere un beneficio o superávit.

El medio de cambio más conocido y más usado es obviamente el dinero. Existen hoy en día varias formas de dinero, existe el dinero físico que circula en una economía, llamado técnicamente el M2; tenemos también el dinero electrónico, que más que un tipo de dinero, es una modalidad de pago. Todo el dinero debe estar respaldado para que no se genere el fenómeno de la devaluación o llamada también pérdida de la capacidad adquisitiva.

Uno de los fenómenos económicos más conocidos es la inflación, que no es otra cosa que el alza ponderada de los precios de los bienes y servicios. No es malo que la inflación crezca, lo malo es que crezca más rápido de lo que crece la economía. Que no haya inflación o que haya inflación negativa es malo. La deflación no incentiva la producción, porque nadie se atrevería a producir y vender más barato de lo que cuesta elaborarlo. La ausencia de inflación o la inflación negativa puede estancar una economía, lo que técnicamente se llama estanflación. Esta estanflación se agrava cuando a más del estancamiento empiezan a subir los precios.

El otro extremo es la hiperinflación, es decir un incremento acelerado e incontrolable de los precios. El Ecuador ya la vivió a finales del siglo anterior y definitivamente una de las herramientas que lo controlaron fue la dolarización.

Sin duda, el dinero es necesario para mover el aparato productivo y generar un dinamismo en la economía. Para poder equilibrar la cantidad de dinero en los diferentes actores de la sociedad están entre otras herramientas las tasas de interés, que siempre se expresan en términos porcentuales y que son básicamente el precio del dinero.

La tasa de interés, representan un balance entre el riesgo y la posible ganancia de la utilización de una suma de dinero en una situación y tiempo determinados.

Cuando vamos a una entidad financiera a solicitar un crédito para las múltiples necesidades que podamos tener, nos hablan de una tasa de interés, en este valor que nos corresponde pagar se encuentra inserto: el riesgo de prestar el dinero, el costo operativo que la institución financiera tiene, el costo que le representa al banco disponer de ese dinero (debe pagarle una tasa de interés al dueño del dinero) (recordemos que cerca del 80% del dinero que se presta en el sistema financiero no le pertenece al banco), también está en la tasa de interés la utilidad obvia que la institución financiera espera obtener como producto de su actividad.

Las tasas de interés inciden directamente en el precio de los bienes y servicios que las empresas venden. Todos trabajamos vía crédito, por lo tanto, el costo financiero debe incluirse en el costo de los productos. Si las tasas de interés suben, afectan directamente al precio y por ende a la competitividad en el mercado frente a productos similares que tienen costos financieros menores. Esto normalmente sucede en el mercado internacional.

Actualmente las tasas de interés en los Estados Unidos están subiendo, y esto ha provocado un incremento de la inflación en ese país que está llegando al 5%. Es sin duda el mayor incremento en los últimos 13 años y fue provocado por una agresiva emisión de nuevos dólares. La medida traerá como resultado el incremento de precios de productos, puesto que al tener más dinero las familias para dinamizar la demanda y por ende la oferta. El resultado inmediato será la subida de las tasas de interés internacionales.

La buena noticia es que esto permitirá que los productos ecuatorianos se vuelvan más competitivos en ese país, recordemos que Estados Unidos es nuestro principal socio comercial.

No existe negocio lícito y seguro que genere rentabilidades enormes en poco tiempo, desconfíen de aquellos que ofrecen tasas de interés del 90% en una semana. Nunca olvidemos el axioma administrativo “a mayor rentabilidad, mayor riesgo”.
@dflara