Como referente me voy a enfocar en el sur y centro de países europeos en el que sufren cada vez más olas de calor, incendios forestales y sequías. La zona mediterránea se está convirtiendo en una región más seca que la hace todavía más vulnerable a la sequía y a los incendios. El norte de Europa se está transformando claramente en una zona más húmeda y podrían ser más frecuentes las crecidas en invierno. Las zonas urbanas, donde viven cuatro de cada cinco europeos, están expuestas a olas de calor, inundaciones y aumentos en el nivel del mar, y no suelen estar bien equipadas para adaptarse a los cambios climáticos. Muchos países en vías de desarrollo como el Ecuador se encuentran entre los más afectados. Sus habitantes suelen depender estrechamente del entorno natural y tienen menos recursos para hacer frente a este tipo de problema. El cambio climático ya está repercutiendo en la salud: En algunas regiones, ha habido un incremento en el número de muertes producidas por las altas temperaturas.
Se observan ya cambios en la distribución de algunas enfermedades transmitidas por el agua. Los daños causados a las propiedades, las infraestructuras y la salud suponen gastos muy elevados para la sociedad y la economía. Entre 1980 y 2011 las inundaciones afectaron a más de 5,5 millones de personas y causaron pérdidas económicas directas por más de 100.000 millones de dólares. Los sectores que dependen en gran medida de determinadas temperaturas y niveles de precipitaciones, como la agricultura, la silvicultura, la energía y el turismo, se vieron especialmente perjudicados. El cambio climático se está produciendo tan deprisa que muchas especies de plantas y animales tienen problemas para adaptarse. Varias especies terrestres, marítimas y de agua dulce se han trasladado a otros hábitats. Algunas especies de plantas y animales estarán aún más expuestas al riesgo de extinción si las temperaturas medias globales siguen subiendo de manera descontrolada. Las consecuencias del cambio climático, afecta a todas las regiones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo. En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes. Es probable que sus consecuencias se intensifiquen en las próximas décadas, porque el volumen del agua aumenta cuando se produce el calentamiento global, al mismo tiempo, hace que se derritan las capas de hielo de los polos y los glaciares. La combinación de esos cambios está provocando el aumento del nivel de los océanos, que causa inundaciones y erosión en las zonas costeras y de baja altitud. Las fuertes lluvias y otros fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y pueden provocar inundaciones y el deterioro de la calidad del agua, e incluso en algunas zonas una progresiva disminución de los recursos hídricos. La conferencia sobre el calentamiento global de la ONU en Glasgow, Escocia, es considerada un momento clave en los esfuerzos para enfrentar la amenaza al cambio climático. Más de 130 jefes de Estado, miles de diplomáticos, se estarán reuniendo durante estas semanas para establecer nuevos objetivos con el fin de reducir las emisiones de la quema de carbón, petróleo y gas que están calentando el planeta. La conferencia se celebra cada año, pero en esta ocasión es crucial porque los científicos aseguran que las naciones deben alejarse de una forma drástica e inmediata de los combustibles fósiles si quieren evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Miles de diplomáticos de casi 200 países dirigirán los aspectos básicos de las negociaciones durante las dos semanas que durará el encuentro, mientras los líderes empresariales, los expertos académicos y activistas, planean promover las metas más acertadas y ambiciosas. Los anfitriones y los funcionarios de las Naciones Unidas han dicho que quieren mantener la esperanza de limitar el aumento de la temperatura global, en comparación con los niveles previos en la Revolución industrial.