Día del músico

Benjamín Pinza Suárez

Cada 22 de noviembre se conmemora el día del músico como la fecha destinada a relievar la emblemática figura de Santa Cecilia, quien se distinguiera por su profunda sensibilidad y amor a la música, por cuya razón fue declarada en 1594 por el Papa Gregorio XIII como la Patrona de los Músicos. Por aquella época los artistas la retrataban junto a un violín, a una viola, al arpa o al laúd. Fue primero en Normandía que se celebró este acontecimiento, luego en Edimburgo, más tarde en Francia, España, Alemania y, posteriormente en Latinoamérica en Brasil, hasta extenderse por toda América.

Lo importante de esta fecha es resaltar lo que significa la música y el músico dentro de la sociedad y el mundo. De acuerdo a Claude Debussey, la música “es un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, el medio propagador y un sistema receptor”. Vale decir que la música está dentro de las Bellas Artes por ser un género artístico que produce efectos emotivos a través de los sonidos vocales o instrumentales, conforme a estándares culturales de ritmo, armonía y melodía. La música no solo es un arte sino también una ciencia. Es un arte porque es un acto de creación y de organización de sonidos y silencios estructurados bajo los lineamientos básicos de la melodía, la armonía y el ritmo y a la vez, mediante la intervención de complejos procesos psicoarmónicos. Además, la música es arte porque transmite emociones diversas y profundas tal como lo hace la poesía, posibilitando explorar y experimentar lo que nos asombra, lo que sentimos, apreciamos y escuchamos.

Decía que la música es también una ciencia en razón de que, desde el tiempo del filósofo griego Pitágoras se inicia la investigación del fundamento matemático de las relaciones entre los sonidos, siendo el número el contrafuerte de la música así como de todos los fundamentos de los fenómenos físicos, todo lo cual dio a la música categoría científica y metafísica. Los primeros testimonios de práctica musical se encuentran en un pictograma egipcio del siglo III antes de Cristo; habiendo surgido, además, en la antigüedad los primeros escritos teóricos sobre la música, en la poesía y en la historiografía.

Respecto al Músico, hay que definirlo como aquel que ejecuta eficientemente un instrumento musical, que compone, dirige o interpreta música. El músico invierte lo mejor de su tiempo en practicar, ensayar, corregir, perfeccionar, preparar audiciones y actuaciones, combinando todo esto con la composición musical y la enseñanza. El músico puede desenvolverse como arreglista, investigador, ser parte de las bibliotecas de arte, actuar como gestor y organizador de eventos artísticos y culturales. Para ello debe poseer empatía, carisma, asertividad, sensibilidad, memoria, concentración, paciencia, persistencia, responsabilidad, autodisciplina, humildad, creatividad, buen sentido del ritmo, pasión por lo que hace y capacidad para trabajar en grupo. Felicidades a los músicos de Loja, el Ecuador y del mundo por hacer de este divino arte el selecto viaducto para transmitir los más exquisitos sentimientos humanos y ser, a la vez, “el vino blanco que llena la copa del silencio”.