Benjamín Pinza Suárez
En 1962 un grupo de jóvenes de la Universidad Nacional de Loja que cursaban la Carrera de Jurisprudencia encabezados por Jacinto Tabango Andrade, como presidente de curso y de Oswaldo Espinoza Sigcho, como vicepresidente, tuvieron la genial iniciativa de proponer a Loja un proyecto de orden artístico- cultural: el Festival de La Lira y Pluma Lojanas con el propósito de abrir un espacio cultural para que el talento creativo del lojano pueda brillar con luz propia en el campo de la poesía, la música, la interpretación, la declamación y más.
Dicho evento se lo realizó por primera vez el 18 de mayo de 1963 en el emblemático Teatro Universitario Bolívar con una acogida asombrosa que llenó de regocijo y orgullo a los amantes de las bellas letras y de las encantadoras melodías. Este festival se mantuvo vigente hasta su décima tercera edición. En esa época nacieron y florecieron excelentes compositores, cantantes y poetas como Sebastián Paredes, Gonzalo Erazo, Juan García, Marco Ochoa, Ángel Benigno Carrión, Blanca Cano Palacios, David Pacheco, Edgar Palacios, Ecuador Espinosa, Carlos Alberto Palacios, Carlos Carrión Figueroa, Gonzalo Peláez, Ulbia Garcés, Petito Burneo, Carlos Marcelo Burneo, Carmita Jaramillo, Lisandro Cabrera, el Trío Madrigal integrado por Idrovo, Villacrés y Vilela, Rogelio Jaramillo, Los Chazos montesinos, entre otros. Se hicieron intentos por no dejar morir este maravilloso festival, tanto en el 2005 como en el 2011, pero no prosperó como se esperaba.
Nos alegra profundamente que a través del liderazgo de Jorge Leonardo Veintimilla, en calidad de gestor cultural y acompañado de Ramiro Espinosa y bajo el auspicio de Vive la Música Producciones y Santa Cecilia Music Academy y con el apoyo del Municipio de Loja, de la Casa de la Cultura, del Instituto de Patrimonio Cultural y del Banco de Loja, se haya impulsado con mucho entusiasmo el Primer Festival del Pasillo Lojano que, al igual que el Festival de la Lira y Pluma Lojanas, tiene como componente esencial el fomentar y difundir la creatividad y el buen gusto estético y melódico de los poetas, músicos y cantores de esta tierra, dentro del género del pasillo, máxime cuando la Unesco el 14 de diciembre del 2021 declaró al pasillo como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Qué bien que sea Loja la que tome esta iniciativa de darle revuelo y trascendencia a este género musical a nivel nacional e internacional. No olvidemos que el Pasillo lojano está influido por el ancestral aislamiento que forjó su espíritu noble, altivo, positivo, que ha fortalecido su idiosincrasia dentro de un excepcional ambiente geográfico y citadino. Cuando se recurre a su pasado, se puede encontrar nuestras raíces y determinar que somos producto de un coloniaje y de un mestizaje, derivado de la gran Nación Palta de carácter aguerrida, organizada, con cultura y valores y también por la cultura incaica y española que influyeron directamente en nuestra forma de ser, sentir, pensar y actuar.
Es de esperarse que por el bien de la cultura de esta Loja prodigiosa, este festival tenga vida larga y cuente con el apoyo total de las instituciones públicas como privadas y de la ciudadanía en su conjunto, a efecto de que esta ciudad y provincia siempre mantenga en alto su ancestral condición de ser la estirpe de la intelectualidad, de la cultura y de las más elevadas expresiones del espíritu.