Una genialidad que hace nacer un genio

Diego Lara León

Thomas Alva Edison fue uno de los mayores inventores de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, entre sus mas famosos y útiles inventos tenemos: el telégrafo cuádruplex, la bombilla de luz, el micrófono de carbón, las baterías de níquel hierro, el vehículo eléctrico, el fonógrafo y el sistema de distribución de electricidad. Sin duda uno de los más grandes genios que ha dado la humanidad.

Pero en este editorial no me centraré en aquellos inventos, sino en aquella decisión que cambió el destino del pequeño Thomas, muchos años antes que sea el inventor que fue.

Un día, Thomas Alva Edison de apenas 7 años llegó a casa y le dio a su madre una nota, con la clara y enérgica instrucción de su maestro que “solo se la entregué a su mamá”.

Los ojos de su madre se llenaron de lágrimas cuando leyó en silencio aquella carta, luego de unos minutos y con voz entrecortada le leyó, ahora en voz alta, el contenido del mensaje del profesor al pequeño Thomas. “Su hijo es un genio señora Edison, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarle, por favor edúquelo usted en casa”; y, a partir de ahí su madre fue su maestra. Varios años después, luego de un excelente trabajo de la mejor maestra que pudo tener Thomas, él en ese momento ya joven, devoraba libros y empezaba a dar forma al genio inventor.

Muchos años después la madre de Edison falleció, no pudo ver a su hijo reconocido por el mundo, pero seguro ella sabía el ser humano que formó. Un día Thomas Alva Edison, ya en sus años grandes estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Y repentinamente vio aquel papel que su profesor le pidió entregar a su madre, con ansiedad y nerviosismo, lo abrió para leer aquello que su madre le dijo hace tantos años.

Al leerlo, entendió todo, aquel mensaje escrito no fue el que su madre le dijo, ese mensaje decía “señora, su hijo está mentalmente enfermo, no podemos permitirle que regrese a la escuela, será mejor que Ud. haga lo posible por intentar educarlo en casa”.

Edison lloró por horas, inmediatamente después escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero una madre heroica lo convirtió en el genio del siglo”.

La construcción de proyectos grandes, el éxito personal, institucional y social, y los cambios importantes toman tiempo, pero la decisión de hacerlos, esa es la que se debe tomar en el momento adecuado y con visión y positivismo.

Finalizo con una frase de Napoleón Bonaparte: “a un niño se lo debe empezar a educar 20 años antes que nazca, educando a sus padres”.