César E. Briceño T.
César Serrano, presidente de los Prestadores Externos de Salud del IESS, con 40 socios se queja que les deben 1.200 millones de dólares, con derivaciones que continúan por 600 millones de dólares al año. Anualmente el IESS deriva 6 millones y medio de atenciones mediante el Call Center para la atención ambulatoria de 1ra y 2do nivel. Además, ejecutan derivaciones en un 64%, 320.000 atenciones mensualmente. De la deuda apenas se cubrió el 5% a ciertos prestadores. El IESS argumenta que la auditoría de la deuda no se hace porque no hay personal a pesar del excesivo número de empleados de 35.477, asimismo que no hay dinero. Señala que hay pagos pendientes desde agosto 2021 (13 meses), que ha reducido la cartera de servicios y horarios de atención por falta de recursos.
Diego Salgado, director general del IESS, acusa que existieron funcionarios que decidían cuando se paga, a que prestador y cuánto; quienes han sido separados y en su reemplazo funcionará un programa informático que priorizara el orden de entrada de facturas que deben ser cancelados; que lamentablemente aún no se lo ejecuta. Serrano denuncia algo gravísimo, que la corrupción continúa desde los niveles administrativos más bajos a hasta los más altos, que no agilizan los tramites con excusas y consabidos sobornos. Agravado más aún por la permanencia ilegal de los vocales de empleados y trabajadores por más de 10 años en el consejo directivo del IESS; cesados por el presidente Lasso, cuya designación debe ser de manera técnica, clara y profesional.
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) solicitó al Ministerio de Finanzas una asignación de USD 3.413 millones para cubrir el pago de jubilaciones y atenciones médicas de afiliados y jubilados en 2023; de la deuda histórica que sobrepasa los 24.000 millones de dólares. ¡Presidente Lasso, por favor, afronte la solución de la mayor institución social del país como es el IESS, que fue su ofrecimiento de campaña!