Efrén Sarango Palacios
Todos tienen cualidades
los alcaldes, los prefectos;
sí señor, no son perfectos,
también tienen vanidades.
En los pueblos y ciudades
todos tienen el derecho
de lo holgado, de lo estrecho,
y querer representarnos
para luego gobernarnos
y gritarnos pelo en pecho.
Todos tienen su pasado,
su presente y su futuro,
todos comen su maduro
y arrocito calentado.
Todos andan concentrados
en las radios y entrevistas,
todos cantan como artistas
al calor de un par de tragos
que les causan mil estragos
y los ponen fatalistas.
Todos son muy preparados
-unos más, otritos menos-
hay neófitos, de estreno
y otros tíos muy quemados.
Todos andan “alcanzados”
pues la plata poco brilla,
todos comen rabadilla,
su pinchito en el Cococho
a las nueve menos ocho
con salsita de vainilla.
Todos comen su guatita
en el “merca” o el Manaba,
con juguito de guayaba
y también su fritadita.
Todos comen cascaritas
cuando pasan por La Paz,
todos dicen tas, tas, tas,
achachay, o entre adentro,
muchos viven por el centro
bajo lluvia pertinaz.
Todos tienen su carrito
-o quizá ya lo vendieron-
por amor también sufrieron
cuando estaban muy guambritos.
Todos piden el votito
con carita remilgada,
todos bailan la lambada
o les gusta algún pasillo,
todos ven al 10 de brillos
con su frente bien lustrada.