Juan Luna Rengel
Conforme al art. 217 de la Constitución de la República, la Ley Orgánica de Educación Intercultural Bilingüe y el Reglamento General, debe realizarse la Junta de Curso en el art. 54 señala: “Es el organismo de la institución educativa encargado de analizar, en horas de labor educativa fuera de clase, el rendimiento académico de los estudiantes, de conformidad con el currículo nacional, los estándares de calidad educativa, y con las políticas de evaluación establecidas en el reglamento y por el Nivel Central de la Autoridad Educativa Nacional. La Junta debe proponer acciones educativas que pueden aplicarse, de manera individual o colectiva, a estudiantes y docentes para mejorar su desempeño.
Está integrada por todos los docentes del grado o curso correspondiente, un representante del Departamento de Consejería Estudiantil, el docente tutor, quien la debe presidir, el Inspector General, los docentes con funciones de inspector y el responsable de la Secretaría del Plantel”.
Las juntas de curso, de forma ordinaria se realizan luego de los exámenes de cada quimestre, y de forma extraordinaria cuando la convocare la autoridad, el docente tutor de grado o curso, según la necesidad institucional la junta se reúne para acompañar y coordinar acciones académicas, deportivas, sociales y culturales.
La junta de curso, a veces, se convierte en voz informativa, da a conocer las calificaciones, realiza juicios de valor sobre hechos intrascendentes (que, si el estudiante tiene enamorada, sus padres están lejos, que no se lleva con fulano o que llega todos los días atrasado…), y una larga letanía académica y de comportamiento muy distante de sus habilidades, destrezas, competencias, pensamientos y emociones desarrollados.
Compañeros docentes superemos lo que ya sabemos, las notas, su comportamiento y concentrémonos en lo que debe mejorar en nuestros estudiantes, las destrezas a reforzar, planes de orientación, de intervención psicopedagógica, de prevención, de su estado socio-emocional; es decir, vayamos a la acción educativa inmediata para el próximo quimestre, que es lo que realmente favorece al proceso de enseñanza aprendizaje en el marco de un currículo priorizado por competencias y que está en vigencia.
Las juntas de curso deben analizar con profundidad y criterio la situación educativa desarrollada en el primer quimestre para conocer sus causas y determinar las variables que pasan a ser objeto de análisis y nos encaminan a conclusiones y a asumir compromisos para evaluarlos en el camino y en la junta de curso del segundo Quimestre. Los compromisos deben ejecutarse de manera individual o colectiva, a estudiantes y docentes para mejorar su desempeño.
Con relación a directivos y docentes, dejemos guiar por los estándares de calidad educativa, primero preguntémonos: D1.C1.DI3. “Supervisamos la ejecución de procedimientos académicos y administrativos”. D1.C3.DI7. “Coordinamos los procesos de gestión de la información, recolección, actualización y resguardo de la información”. D2.C1. DI15. “Monitoreamos la evaluación del aprendizaje de acuerdo a los lineamientos del PCI y calendario escolar”. D1.C3.DO3. “Registramos la información de nuestra labor docente según los procesos de gestión de la información (notas, asistencia, planificaciones, entre otros)”. D1.C3.DO4. “Comunicamos oportunamente los resultados del proceso de aprendizaje e información oficial a estudiantes y representantes legales”. D2.C1.DO11. “Evaluamos los logros de aprendizaje en función de los objetivos, destrezas y criterios de evaluación formulados en la planificación micro-curricular”, así estaremos preparados para dar una respuesta y presentar el informe de tutoría
Es mi anhelo, como directivo, que al final de las juntas de curso el acta refleje la reflexión, análisis y compromiso y no solo diga, siendo las 15h30 se da por terminada la presente junta.