Tendencias tecnológicas clave para 2023

Rubén González Crespo

Las tendencias tecnológicas surgen a medida que las empresas e individuos innovan y desarrollan nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores y de la sociedad en general. Estos avances tecnológicos a menudo se basan en la investigación científica y en el progreso de otras tecnologías existentes.

 Las tendencias tecnológicas se posicionan a medida que estas nuevas tecnologías se adoptan y utilizan en la industria y en la sociedad. Esto puede ser impulsado por factores económicos, políticos, sociales y culturales. Las empresas líderes en un campo tecnológico también pueden influir en el posicionamiento de una tendencia al adoptar y promover activamente una tecnología específica, comenta Rubén González Crespo, Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado y Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de La Rioja.

El 2022 contó con una larga y variada lista de tendencias que resaltaron en el ámbito tecnológico, siendo estas las siguientes:

 ·       Inteligencia artificial y aprendizaje automático: estas tecnologías han mejorado y se han utilizado en una variedad de campos, desde la atención médica hasta la automatización industrial y la toma de decisiones.

·   Realidad virtual y aumentada con especial énfasis en el ámbito del metaverso y de los NFTs.

·   IoT (Internet de las cosas): la conectividad entre dispositivos ha seguido creciendo, lo que ha permitido a las empresas y a los hogares automatizar una variedad de tareas y recolectar datos valiosos que nuevamente sirven para la toma de decisiones.

·   5G: la tecnología 5G se extiende cada vez más, lo que permite una mayor velocidad y capacidad de conectividad.

·   Blockchain y Ciberseguridad para garantizar que las transacciones realizadas no son manipuladas por terceros.

·   Modificación del comportamiento del ciudadano ante las redes sociales con un alto impacto como TikTok e Instagram.

 Muchas de las tendencias del año anterior se van a consolidar o seguir desarrollando a lo largo de este año. Sin embargo, si queremos ejemplos concretos podríamos hablar de:

 –       Procesamiento de Leguaje Natural e Inteligencia Artificial Adaptativa, donde las máquinas tendrán cada vez una mayor capacidad de interpretación de nuestra manera de comunicarnos y se empleará un enfoque flexible y continuamente enriquecido. Esto permite al sistema monitorear y aprender de los cambios que se producen, mientras continúa trabajando en predicciones más antiguas, manteniendo los procesos actualizados en tiempo real.

–   Ciberseguridad. El aumento de la ciudadanía digital requiere de una mayor confianza de que todo lo que hacemos es seguro. La digitalización de los negocios traerá consigo el riesgo de ataque de agentes externos lo que obligará a este sector a seguir con un crecimiento vertiginoso.

–   Las redes sociales como vehículo publicitario y de comercio electrónico, como ya ocurre en TikTok. Las empresas de redes sociales están pasando de la publicidad digital a lo que se conoce como comercio social, lo cual significa, la posibilidad de vender productos a través de la misma plataforma.

–   ODS. Todo lo que tiene que ver con alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 será tendencia este año y más con el problema energético existente a nivel general. Se fomentará el uso de apps de ahorro energético en el hogar y se mejorarán todos los procesos para tener una tecnología para un mundo más verde.

–   Metaverso y Blockchain, donde los mundos virtuales en tres dimensiones que están securizados a través de blockchain, como Descentraland o Sandbox, tendrán una adopción mayor y un mayor uso para el conjunto de la sociedad.

–   Superaplicaciones donde el usuario tendrá todo lo que necesita en un único espacio o app. Rappi en Colombia o WeChat en China son un ejemplo de ello. Diferentes tipos de servicios como financieros, ocio, transporte, belleza y bienestar son ubicados en esta única app.

Uno de los conflictos que se genera en el Ecuador como otros de América Latina, al contar con solamente 2,4 millones de ecuatorianos con acceso a banda ancha, es la conectividad de última milla. Este se refiere a la dificultad de proporcionar servicios de internet de alta velocidad y confiables en áreas remotas o de bajos ingresos. Es algo que se debe a varios factores, como la falta de infraestructura adecuada, la falta de inversión en tecnologías de conectividad, y los altos costos de implementación en áreas de baja densidad de población. También puede haber desafíos técnicos, como la dificultad de establecer conexiones de fibra óptica en áreas rurales debido a la topografía difícil o la falta de energía eléctrica.

Una de las necesidades de las tendencias tecnológicas descritas previamente es la reducción de la latencia en las comunicaciones para garantizar que la información llega lo más rápido posible al usuario final. Es por ello que el Edge o Fog Computing, como evolución al Cloud Computing, pueden servir de ayuda para reducir la brecha digital que esto supone, añade González Crespo.

La digitalización y la conectividad pueden acortar la brecha digital proporcionando acceso a tecnologías y servicios en línea a individuos y comunidades que anteriormente no tenían acceso. Esto puede incluir la provisión de dispositivos y servicios de internet asequibles, así como la implementación de programas educativos para mejorar la alfabetización digital. Además, la digitalización de servicios públicos y la automatización de procesos empresariales pueden reducirla aún más al proporcionar un acceso más fácil y eficiente a servicios esenciales. Una vez que están cubiertos estos servicios se puede aspirar a otros dentro del marco de las tendencias que ya hemos visto previamente.