Volveremos a la fiesta
de los votos que indigesta
y nos deja en banca rota.
A raíz de la derrota
de don Guillo gobernante,
rapidito, en un instante
disolvió a los “diputados”
que hoy se muestran diputados
como simples trashumantes.
¡Mucha nota, nuevamente!
A la lucha, a la campaña,
al trinquete, viejas mañas,
al megáfono estridente,
a la perra de aguardiente,
al tabaco, a la comida,
los encuentros en subida,
en bajada por los valles,
por las plazas, por las calles,
por ciudades conocidas.
Por salvarse el “detestable”
de un plumazo decretó
esa vaina que cesó
a la manga de honorables.
Vienen días memorables
le aseguro mi señor
para bien del Ecuador
y su gente malsufrida
que reclama paz y vida,
no decretos de dolor.
Volverán los Alvaritos,
los señores de la cinco
muy contentos, dando brincos
a pedirnos los votitos.
volverán los señoritos
con carita remilgada
con abrazos, con palmadas
a decirnos … yo no fuiii,
mientras tanto jijijijiji
ya sabemos las sapadas.
El gobierno de a patada
de don Guillo se murió
porque el tipo nos mintió
con su verbo y sus charadas.
De manera anticipada
se rindió, se suicidó
y con él los arrastró
a los “padres putativos”
del poder legislativo
que hace poco se cerró.