Con sus uniformes impecables, los estudiantes de tercer año de bachillerato de la Unidad Educativa Particular Juan Montalvo, de la ciudad de Loja, acudieron hasta el plantel para cumplir con su deber cívico de jurarle respeto a la bandera.

Evento

El 26 de septiembre de cada año se conmemora el Día de la Bandera Nacional y, con este motivo, a escala nacional, se organiza una ceremonia de jura de bandera; en esta unidad educativa, con la participación de autoridades locales y padres de familia, adelantaron el evento.

El acto cívico inició con el canto a viva voz de los estudiantes, quienes entonaron el Himno Nacional, luego, el teniente coronel de Caballería Blindada, Hernán Espín, en su alocución por este símbolo patrio (Bandera) señaló que cada color tiene un significado, por ejemplo, el amarillo simboliza el oro, la riqueza y los recursos naturales que posee el Ecuador, las cosechas y fertilidad de la tierra. El azul, la abundancia de los océanos y el cielo ecuatoriano. Y el rojo simboliza la sangre derramada por nuestros héroes, próceres de la libertad. Así también, se recordó a personajes que, con actos valientes, libraron de guerras de 1941-1981-1995.

Abanderados

La actividad continuó con la imposición de cinturones y bandas al abanderado, portaestandartes y escoltas de la Unidad Educativa, entrega de los pabellones y, posterior, el juramento colectivo, e, inmediatamente, el juramento individual.

A paso solemne, los jóvenes caminaron hacia la bandera; se arrodillaron, sujetaron con una mano la punta y la llevaron hacia la altura de sus labios para pronunciar: “¡Sí juro!”.

En esta ocasión, la estudiante Cinthya Anahí Puglla Chávez fue proclamada abanderada del Pabellón Nacional; Adriana Desire Celi Benítez, portaestandarte del Pabellón de la ciudad; y, Keymar Vilela Arias, portaestandarte del plantel.  

La abandera dijo a Diario Crónica que, obtener esta distinción es un logró más alcanzado en su vida estudiantil, porque realizar tareas y aprender lecciones han sido todo un reto que, con apoyo de sus docentes y particularmente de sus padres —en el día a día— ha logrado conseguir; es una gran recompensa y agradecimiento para ellos. (I)